viernes, 4 de julio de 2008

Cacería científica de ballenas, en debate


A pesar de la voz del delegado japonés que en todo momento dejó en claro que no habrá ningún cambio en la posición nipona en relación a la llamada "caza científica", la sexagésima reunión de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) se enmarcó en un ambiente de consenso durante todas las sesiones de trabajo. El vocero de la delegación japonesa, Glenn Inwood, agregó que "Japón continuará con sus programas letales de investigación en la Antártica y en el noroeste del Pacífico, así como con la caza sustentable de las especies cetáceas no suscritas a la CBI, en aguas niponas".



Por su parte, Ryotaru Suzuki, coordinador de la división océano del Ministerio de Relaciones Exteriores nipón, fue mas allá al indicar que "todo tipo de resoluciones y negociaciones en contra de Japón en el pasado no nos detuvieron," y agregó que "es una realidad que los grupos conservacionistas necesitan enfrentar". La conferencia evitó en todo momento la confrontación que causa una votación. Una fórmula bastante curiosa, ya que, de fondo, quedó la sensación de que poco o nada se había avanzado en el tema más importante, cual es la caza de al menos 1.400 ballenas anualmente, lo que Japón denomina "caza científica". Como consuelo queda el hecho que, por primera vez, pudieron presentar sus argumentos las anteriormente excluidas organizaciones no gubernamentales, y se dejó en claro que hay un plazo de dos años para poder definir de mejor forma los temas de fondo.



El grupo está integrado por 25 países, entre ellos Chile, que deberán debatir 33 temas, destacándose entre ellos las infracciones a los acuerdos y la amenaza del cambio climático en los cetáceos. Cristian Maqueira Astaburuaga, embajador y Director de Medio Ambiente para la Antártica y Asuntos Marinos, se manifestó conforme con la reunión, pues, tal como señalo a Radio Nederland, se había logrado crear un ambiente de negociación con un calendario y una temática entre los países balleneros y los conservacionistas, lo que jamás ocurrió en la Comisión Ballenera en 25 años de historia.



Es evidente que, por fin, ambas instancias encontraron un terreno y lenguaje comunes para facilitar un mejor diálogo. Según nuestro entrevistado ese llamado diálogo no es prenda de garantía, y su conclusión es, por ahora, algo absolutamente incierto. Ciertamente, si lo analizamos desde ese punto de vista, es un avance sustantivo, ya que Japón aceptó al menos poner en la mesa de negociaciones el asunto de la cacería científica. Este solo hecho abre las expectativas para ver si efectivamente se puede eliminar la caza de ballenas por parte de Japón, lo cual, a juicio del embajador Maqueira, es suficiente para calificar la cita de Santiago de un éxito.
Para Chile ha surgido un compromiso doble, ya que no sólo es signatario de todos los acuerdos, sino además, el pasado 21 de mayo, declaró que las aguas jurisdiccionales chilenas (200 millas) son Santuario Ballenero, lo que significa que, en adelante, nadie puede capturar ningún cetáceo. Se descarta de plano que ello no significará ningún conflicto diplomático, ya que la firma de la presidenta Bachelet refrenda lo que es un derecho que ya tiene el país, que es la soberanía absoluta sobre sus recursos dentro de la zona económica exclusiva, cercano a los 900 mil kilómetros cuadrados.



El embajador Maqueira también reconoció que los grupos ecologistas, las organizaciones no gubernamentales y los conservacionistas han contribuido a que Japón aceptara iniciar una negociación en el marco de la CBI con respecto a la cacería científica, como una forma de corregir el enorme desprestigio que le causa el tema de las ballenas.¡


Radio Netherland

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