El Capitán de Fragata de la Armada Nacional, Benjamín Muñoz Gamero fue el que reemplazo en el cargo de Gobernador a José de los Santos Mardones.
Según el historiador Mateo Martinic, Muñoz Gamero había nacido el 31 de marzo de 1817, en la ciudad de Mendoza, hasta donde habían emigrado sus padres por su condición de patriotas fervorosos cuando se produjo el derrumbe de la Patria Vieja. Estos eran el coronel de milicias Manuel Muñoz Úrzua, de figuración pública durante aquel período, y doña Tomasa Alonso Gamero y Toro, distinguida dama santiaguina, nieta de don Mateo de Toro y Zambrano, conde la Conquista y Presidente de la Primera Junta Nacional de Gobierno.
A esa prosapia, Muñoz Gamero añadía sus propios méritos. Oficial distinguido de marina, había hecho una carrera rápida y encomiable en las filas de la Armada de Chile, y cumplido, además, por razón de sus cualidades, relevantes comisiones de responsabilidad que le fueran encomendadas por el gobierno nacional.
Fuera de toda duda, parecía tratarse de una elección acertada para la sucesión del fundador de Punta Arenas. Aunque no se advirtiera, había cierta coherencia en el reemplazo de un soldado viejo y experimentado, por un marino joven, inteligente y profesionalmente capacitado. La energía ejecutora del primero había de ceder paso, en una fundación ya consolidada, a las miras elevadas con las que el segundo imaginaba impulsar el fomento y adelanto de la colonia, sobre bases seriamente estudiadas, como eran las de endilgar su progresista evolución del porvenir a través del ancho camino del mar vinculante.
Por esto, se reitera, su nombramiento pareciera un hecho auspicioso, sólo que quienes habían dispuesto el cambio no contaban con la jugada que habría de hacer el destino a la vuelta de unos meses, en cuyas lamentables circunstancias habría de echarse de menos la veteranía probada del antiguo mandatario."
Lo que vino después fue el conocido "Motín de Cambiazo", que se inició a medianoche del 21 de noviembre de 1851.
Para finalizar esta nota, vuelvo al historiador Mateo Martinic:
"La conmiseración que despierta la triste suerte del gobernador no puede eximirlo ante la historia de la responsabilidad de haberse dejado arrebatar el mando sin luchar, dejando librados a la población y al establecimiento entero a los instintos bestiales de Cambiazo.
En tiempos de normalidad y bajo distintas circunstancias, Benjamín Muñoz Gamero habría pasado a la posteridad como un mandatario eficiente y progresista como el que más, conocidos como eran sus propósitos y su capacidad. En los tiempos anormales en que hubo de desempeñarse, en cambio, resultó ser un funcionario irresoluto y timorato, que defeccionó tristemente, contribuyendo de esa manera a la ruina de la colonia confiada a su gobierno, rematando su infortunio al entregarse voluntariamente al jefe de la pandilla de bárbaros".
Datos extraídos de "Historia de la región magallánica" de Mateo Martinic Beros (Tomo II). Ediciones de la Universidad de Magallanes.
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