Los Rebeldes estaba integrado por Néstor Castro (batería y voz), Orlando Bustamante (acordeón eléctrico y director del conjunto), Eugenio Mora (bajo) y Miguel Muñóz Subiabre (guitarra).
Un nuevo estudio muestra que la disminución en curso del hielo marino antártico está provocando una mayor pérdida de calor del océano a la atmósfera y un aumento de la actividad de las tormentas. La investigación, dirigida por el Centro Nacional de Oceanografía (NOC) del Reino Unido, se centra en la cobertura de hielo marino en la Antártida, cuyo nivel más bajo, alcanzó un mínimo histórico durante el invierno de 2023. El estudio, publicado en Nature, ofrece una comprensión más clara de los impactos de esta dramática pérdida.
Utilizando datos de la capa atmosférica justo por encima de la superficie del océano, el estudio encontró que la cantidad de calor perdido del océano a la atmósfera se duplicó. Esta pérdida de calor también está relacionada con un aumento de las tormentas en el Océano Austral de latitudes altas, con algunas áreas que ven hasta siete días de tormenta adicionales por mes.
El estudio también advierte que estos cambios podrían afectar a las corrientes oceánicas profundas. La pérdida de calor está haciendo que las aguas superficiales se vuelvan más densas que antes, lo que podría tener efectos a largo plazo en la circulación del océano.
El coautor, el Dr. Andrew Meijers, del British Antarctic Survey, explica:
"La ubicación de esta nueva agua superficial más densa está relativamente lejos de los sitios en la plataforma antártica donde se forman las aguas más densas y profundas del océano global.
"Sin embargo, este enfriamiento y posterior hundimiento de las aguas previamente cubiertas por el hielo marino tiene el potencial de liberar aguas cálidas más profundas que normalmente se mantendrían alejadas del hielo por una capa superficial aislante. A su vez, esto tiene el potencial de aumentar el derretimiento del hielo marino en los próximos años".
"Se necesitan urgentemente más análisis para comprender estos procesos y sus complejas retroalimentaciones, y determinar cómo la disminución masiva del hielo marino invernal en 2023, y nuevamente este año, afectará la circulación del Océano Austral. Esto es clave para comprender la absorción climáticamente crítica del calor atmosférico y el carbono, y la tasa de derretimiento del continente antártico".
El estudio sugiere que estas condiciones extremas podrían continuar. Dado que 2024 muestra signos de niveles bajos continuos de hielo marino, los investigadores advierten que esto podría conducir a más tormentas y más cambios en las propiedades oceánicas, lo que podría interrumpir los patrones de circulación global.
El profesor Simon Josey, autor principal del estudio de NOC, dijo:
"Es demasiado pronto para afirmar si 2023 y su disminución récord del hielo marino marcan el inicio de un cambio fundamental en la cantidad de hielo marino antártico. Sin embargo, nuestro estudio revela las condiciones extremas que se esperan en los próximos años de bajo crecimiento de hielo, y parece que 2024 continuará el cambio brusco observado en 2023".
Josey dice que es crucial utilizar modelos avanzados de océanos y clima para comprender los efectos a largo plazo de estos cambios. "Nuestra investigación pone de manifiesto la necesidad de seguir estudiando el vínculo entre la pérdida de hielo marino antártico, la pérdida de calor oceánico y los cambios en los patrones climáticos", afirma. "Estos cambios podrían afectar el tiempo y el clima mucho más allá de la Antártida".
El estudio también señala que el hielo marino alrededor de la Antártida cayó a sus niveles más bajos en 2023, y algunas regiones perdieron hasta el 80% del hielo en comparación con el promedio de invierno de 1991-2020. Con el Océano Antártico expuesto, se pierde más calor a la atmósfera, enfriando las aguas superficiales y aumentando su densidad. Esto podría alterar la circulación oceánica global y cambiar la forma en que el océano absorbe el calor y el carbono. El estudio advierte que los repetidos años de baja glaciación podrían empeorar estos cambios, lo que podría acelerar el derretimiento de la capa de hielo de la Antártida.
Un análisis previo de los impactos a largo plazo de la disminución del hielo marino antártico realizado por la coautora, la Dra. Holly Ayres, anteriormente en la Universidad de Reading y ahora en NOC, muestra que una mayor pérdida de calor oceánico también puede afectar el clima en lugares tan lejanos como los trópicos y el hemisferio norte.
Los investigadores enfatizan la necesidad de más estudios para comprender el impacto total de estos cambios en el Océano Austral y el clima global. "Es fundamental comprender cómo el aumento de la pérdida de calor y las tormentas más frecuentes están relacionadas con cambios más amplios en los patrones climáticos", agrega el profesor Josey.
En 1785 se organizó una expedición de reconocimiento de las costas y las tierras del Estrecho de Magallanes, con el propósito de comprobar si era más conveniente la navegación por el estrecho de Magallanes que por el cabo de Hornos para proporcionar pronto socorro a todas las colonias de América. El objetivo inmediato, además del geopolítico, presente siempre, era levantar cartas precisas de aquellos lugares pues sólo se contaba con la cartografía inglesa poco contrastada, y poner a prueba los nuevos instrumentos y métodos de observaciones astronómicas que ya se habían ensayado en la Península con la expedición de Vicente Tofiño para realizar el Atlas Marítimo de España.
La misión fue encomendada al capitán de navío Antonio de Córdoba, embarcado en la fragata Santa María de la Cabeza, de 36 cañones; el segundo de a bordo fue el capitán de fragata Fernando de Miera; la responsabilidad de organizar el cuerpo de oficiales, la tripulación y los expertos en el manejo de los instrumentos necesarios para efectuar las mediciones y elaborar los planos, recayó en los tenientes de fragata Dionisio Alcalá Galiano y Alejandro Belmonte. El número total de expedicionarios ascendió a 277 hombres.
Zarpó la fragata de Cádiz el 9 de octubre de 1785, cargando víveres para ocho meses de travesía, leña para cinco y varios fardos con ropa de abrigo y medicinas. Al cabo de una semana pasó a la altura de las islas Canarias. Como medida preventiva, que resultó acertada, “desde que se cortó el trópico se repartió diariamente a la tripulación y guarnición un buen plato de gazpacho, y con el riego frecuente de vinagre y sahumerio en los entre puentes, se logró tener la gente sana y robusta”.
Lautaro Navarro nació en Caldera en 1859, se tituló de médico en la Universidad de Chile y fue asignado a la ciudad de Punta Arenas el mismo año de su titulación para ejercer su profesión.
En esta ciudad contribuyó notablemente al progreso social y cultural de la zona.
Los historiadores lo destacan como “un gran intelectual que aportó mucho al desarrollo de Magallanes”. Tuvo dos hijos con su mujer Domitila Pinto. En 1894 fue cofundador del periódico “El Magallanes”, el primer impreso de la región del que también fue su director.
Creador de la Biblioteca Municipal, Gobernador interino (1897-1898), Miembro de la Comisión de Alcaldes y Secretario Municipal
Lautaro Navarro además fue bombero y el primer director de la institución en Punta Arenas.
Dirigió el censo de 1906 y lo publicó al año siguiente, en dos tomos, "Censo general de la población y edificación, industria y ganadería y minería del Territorio de Magallanes
El 21 de diciembre de 1911 muere a causa de una congestión pulmonar, su deceso se sintió en toda la región y la ciudad entera estuvo de luto. El 23 de diciembre el comercio se cerró en toda la ciudad y en el cortejo fúnebre participaron compañías de Bomberos, cuerpos de Policías y la Banda del batallón Magallanes.
El Hospital clínico de Punta Arenas, lleva su nombre como una de las calles principales de la ciudad
Recordemos un poco de la historia del nacimiento de Punta Arenas, que nos cuenta el historiador Mateo Martinic Beros.
Corría el año 1848 y el Gobernador de la Colonia era José de los Santos Mardones, quien cansado de recibir peticiones de informes acerca de la situación en que la misma se hallaba, materia que tenía archi informada desde un comienzo (había arribado a Fuerte Bulnes en abril de 1847), hizo presente al intendente de Chiloé, con franqueza no exenta de dureza, que "mientras exista la Colonia en este punto, me parece no habrá dato que comunicar a V.S. porque su miserable localidad no presenta alguno que merezca llamar la atención de V.S. y del Gobierno Supremo" (Oficio 61 del 10 de junio de 1848).
Fue entones, ha de tenerse por seguro, durante esos meses del otoño de 1848, cuando Mardones hubo de tomar la decisión más trascendente de su gubernatura. Una y otra vez debió considerar y sopesar la situación en que se hallaba la colonia y la falta de autorización para remediarla en la única forma que procedía: su traslado hacia el norte, lo más pronto que fuera posible. Para entonces ya tenía perfectamente claro que Punta de Arena, y dentro de ella el sector ribereño sur del río del Carbón había de ser el sitio donde habría de reestablecerse la colonia chilena del estrecho de Magallanes. Sus sucesivos recorridos y observaciones le habían dado esa certidumbre, al conocer y evaluar sus características y bondades naturales.
"Este punto, afirmaría casi un año más tarde, dista de la Colonia como 16 a 18 leguas; tiene inmensos terrenos a vanguardia y retaguardia del destacamento, terrenos en que generalmente se halla la misma capa de tierra de que he hablado; pero le sigue hasta alguna profundidad una tierra arenusca tan fina y delgada que no puede menos de ser muy aparente para toda clase de siembras; el río del Carbón lo surte de agua clara, permanente e inmejorable; la leña para quemar y para carbón es inmensa en todas partes; el roble que labramos para los edificios es inagotable; las minas de carbón están a la distancia de dos leguas escasas hacia las cordilleras: el río puede proporcionar riego, si la experiencia demuestra ser necesario, y facilitar la construcción de molinos en caso de obtener abundantes cosechas de trigo, que por lo que he observado este año en parte de Diciembre, Enero y Febrero, bien puede secar el grano y quedar en el estado de sequedad y madurez que se nota en algunas semillas de flores de las innumerables que se ven en todo su esplendor en Primavera.
La bahía es extensa, manda y suave, a propósito, para pescar en toda estación; en ella han estado varias veces fondeados, sin novedad, el "Queche" y el Cóndor.
El temperamento [clima] tiene aquí una diferencia notable comparado con el de la Colonia.
Que en Punta Arenas el terreno es productivo, casi no se puede dudar, aún con la falta de datos que en este momento tenemos, porque una poca hortaliza que se plantó a mediados de Enero, está muy crecida, presenta un aspecto hermosísimo y promete un buen resultado
[...] En Punta Arenas el terreno es suelto, suave y sin piedras ni lodo, lo que no puede menos de dar una abundante cosecha [...] Los pastos, para el número de ganado que en la actualidad tenemos, son inagotables, y cuando crezca la masa, podrá dársele más extensión hacia el norte (Oficio número 2 del 21 de marzo de 1849. En Memoria de Ministerio de Marina año 1849, Archivo Nacional, Santiago).
Lo transcrito permite comprender como, para 1848, el gobernador Mardones se hallaba realmente prendado del paraje al que había dado su preferencia.
Ese lugar, así ponderado, sería, pues, el sitio de la nueva fundación. Y a la misma se procedería sin mayor dilación... y sin autorización, pues el asentimiento superior le llegaría a deshora, a modo de tardía ratificación para un hecho consumado.
Lo primero que hizo Mardones, urgido como estaba por las circunstancias, fue disponer el inmediato retorno del bergantín a Chiloé, para traer desde Ancud gente experta en los trabajos de construcción y carpintería, y de labranza de madera, de igual modo como algunas herramientas, materiales y caballos, que eran indispensables para el reasentamiento a emprender.
La detreminación final de Mardones cobró forma con la reinstalación del Destacamento del Norte en Punta de Arena, esta vez bajo el mando del subteniente José Ravest, lo que debió tener ocurrencia en un desconocido día de mediados de junio de 1848.
Inexplicablemnte, la correspondencia administrativa, tan nutrida hasta poco tiempo atrás, se hizo parca y escasa a contar de aquel invierno, privando a la posteridad de información suficiente acerca de la forma en que el mandatario colonial fue desarrollando su ya maduro plan traslaticio. El gobernador parecía haber agotado su capacidad de informar, con los sucesivos oficios en los que había pintado con realismo la situación en que se encontraba la colonia, procurando con firme argumentación el convencimiento de sus superiores jerárquicos, buscando satisfacer sus demandas de apoyo para el desenvolvimiento del establecimiento. El conocido pobre éxito obtenido había conclido por desalentarlo y fastidiarlo. De allí la modalidad de parquedad informativa que pasaría a adoptar para lo futuro. Desde el momento de su decisión Mardones pareció disponer de tiempo únicamente para ese importantísimo afán; ya habría tiempo de sobra más adelante para escribir sobre lo realizado.
Así, frente al silencio del principal actor, es forzoso entrar al terreno de las conjeturas, aunque sobre la base de los poquísimos antecedentes disponibles. De tal modo, si había guardia armada en Punta de Arena, es porque coetáneamente se había movido el ganado hacia aquel punto, y con él los vaqueros. Y también los pobladores, pues hubo de ser muy apremiante la necesidad de descongestionar el abarrotado recinto del Fuerte Bulnes. De esa manera cabe suponer que los primeros arribados debieron restaurar lo que allí se había construido, si es que había sufrido algún daño por obra de los patagones durante el lapso de ababdono, y sobre la marcha comenzar a levantar nuevas viviendas, pues para ello había madera acopiada desde el año anterior.
Así, paulatinamente, y según las edificaciones fueron quedando a punto para ser ocupadas, más y más gente debió trasladarse hasta Punta de Arena.
Trnscurrió de ese modo el invierno y entró la primavera, y con ella el tiempo propicio para apurar y hacer más intensos los trabajos que se cumplían bajo el ojo vigilante de Ravest: destroncar y limpiar la planicie elegida para fundar y poblar; cortar árboles y preparar el terreno para la siembra, en fin; y todo sin abandono de las tareas propiamente rutinarias de cuidado de ganado, de vigilancia y otras.
Aquel trabajo fue apoyado constante y eficazmente por el gobernador mediante distintas disposiciones y por más de alguna visita inspectiva destinada tanto a comprobar el estado de las obras, cuanto a animar a quienes se ocupaban de ellas.
En la misma medida en que adelantaba la fundación, fueron remitiéndose hacia Punta de Arena personas y elementos diversos. Entonces la senda entre este lugar y el Fuerte Bulnes debió semejar un camino de hormigas por el que se iba y venía afanosamente y sin descanso, en tanto que por mar se transportaban las cargas de mayor peso, y las mujeres y niños. ¡Y todo ello sin ayuda especial alguna de parte del gobierno!
Así marchaban las cosas en aquel laborioso trimestre final del año 1848. Cuando Mardones estimó que la nueva población estaba a punto para residir en ella, se trasladó allí en compañía del capellán de la colonia, fray Pasolini, su apreciado colaborador. El 16 de diciembre abandonó definitivamente el fuerte Bulnes, marchando con destino al norte. Pernoctó el 17 en Agua Fresca, y el siguiente día, el 18, arribaba a Punta de Arena, en donde pasó a instalarse oficialmente, otorgando de tal manera calidad de sede colonial al naciente poblado.
Teniendo esta fundación un caracter sui géneris, por carecer de decreto gubernativo o de acto administrativo que le diesen inicio cronológico cierto, ha de tomarse como suficiente la determinación de la autoridad civil y militar de trsladarse y asentarse en ese lugar para hacer del mismo la sede y cabecera de la Gobernación y Comandancia de Armas de la Colonia de Magallanes, esto es, la suma del poder entonces existente, determinación reforzada incluso con el traslado de la autoridad religiosa. Aquella decisión jerarquizadora vino a suplir sin mengua la carencia del acto fundacional previo, revistiéndola de una condición semejante. Por tanto, con rigor histórico, Punta de Arenas, luego Punta Arena y finalmente Punta Arenas, tuvo nacimiento oficial el 18 de diciembre de 1848. (En la mutación toponímica se ha seguido la propia secuencia establecida por el gobernador Mardones en su correspondencia)
Tomado de la "Historia de la región magallánica" de Mateo Martinic Beros
Ediciones de la Universidad de Magallanes
Con la presencia del Vicepresidente de la Fundación Mar de Chile, Almirante Enrique Larrañaga Martin, del Director General del Personal de la Armada, Vicealmirante Raúl Zamorano Goñi, de representantes de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras Abif y Fundación Mar de Chile, así como del Director del Museo Marítimo Nacional (MMN), Contraalmirante Andrés Rodrigo Ramírez e invitados especiales, durante la mañana del lunes 09 de diciembre, en la Sala Antártica del MMN, se realizó la ceremonia de lanzamiento de la reedición del libro “El camino de la ballena”, novela infantil y juvenil del destacado escritor chileno Francisco Coloane, editada en 1962.
La novela, que fue reeditada en un esfuerzo conjunto por la Armada de Chile, la Fundación Mar de Chile y Asociación de Bancos e Instituciones Financieras Abif, fue presentada en esta ocasión por el Gerente General de la fundación, Capitán de Navío Allan Youlton, quien explicó que la obra narra la historia de Pedro Nauto, un joven que sueña con ser marinero y que se embarca en un barco ballenero. En esta novela de iniciación y aventuras, el autor rinde homenaje a la isla de Chiloé y a la vida de los cazadores de ballenas en la Antártica. En el transcurso de la historia, su protagonista se enfrenta a una tormenta que le arrebata la infancia y lo obliga a hacerse cargo de su vida. Tras trabajar la tierra y como buzo, se embarca en la búsqueda del “camino de la ballena”, viaje en el que conocerá la amistad, el amor, la traición y los límites del hombre y la naturaleza.
Respecto al lanzamiento del libro, el Contraalmirante Rodrigo señaló: “Como todo libro de aventuras de Coloane, en esta oportunidad vemos nuevamente los desafíos de la vocación marinera, la geografía, las maravillas pero también las inclemencias de la zona sur de nuestro país y cómo un joven, el protagonista del libro, se fija un rumbo en su vida, enfrentando incertidumbres, sobreponiéndose a lo adverso, su lucha contra la adversidad del medio marino, pero también generándonos espacios de reflexión sobre la naturaleza, su fragilidad y la importancia de la vida en el mar.
En el marco de la reedición de la obra de Coloane, y en un trabajo colaborativo realizado por la Fundación Mar de Chile con docentes del Liceo Tecnológico Alfredo Nazar Feres, de Playa Ancha, al finalizar la ceremonia, se reconocieron los trabajos, vinculados con la novela, elaborados por alumnos de dicho establecimiento educacional, oportunidad en la que se reconoció con una mención honrosa al menor Amaro López, y se premió al alumno Mathias Rojas, quien obtuvo el primer lugar.
Cabe destacar, que la presente iniciativa, tenía por propósito, a través de la lectura de la obra “El Camino de la ballena”, poder contribuir en los jóvenes al conocimiento y valoración del mar, pero también, y en un ámbito más personal, a que comprendieran que con esfuerzo y resiliencia los sueños se pueden concretar, precisó el Vicealmirante Raúl Zamorano.
Punta Arenas, 11 de diciembre de 2024.- Llegó a Punta Arenas en el verano del año 2022 para asumir la dirección del Centro de Cooperación Antártica Chile-Corea, hoy, luego de casi tres años en esa función regresa a Corea del Sur Jung Hyun Yang, también conocido “occidentalmente” como “Donnie”.
El profesional del Instituto Coreano de Investigación Polar (Kopri, por sus siglas en inglés) estuvo a cargo del centro para materializar proyectos y la coordinación de fondos para los diferentes programas que tiene el instituto asiático, así como la relación con las autoridades regionales y nacionales en torno a la temática antártica.
¿Cómo fue su trabajo durante este tiempo en Punta Arenas?
Estar en este cargo fue una gran oportunidad para aprender más sobre la investigación antártica chilena. También estuve en un ambiente de trabajo realmente genial y pude disfrutar de mi trabajo con la buena gente de INACH, el cálido paisaje de Punta Arenas, el cielo despejado y la gente pura de Punta Arenas
Los principales objetivos de la oficina, ¿se cumplieron de la manera
correcta?
Sí, el objetivo de mi trabajo era encontrar casos en los que el KOPRI e INACH pudieran cooperar en la práctica. Por ejemplo, la exposición fotográfica conjunta de KOPRI-INACH sobre la Antártica para celebrar el 60 aniversario de las relaciones diplomáticas entre Corea y Chile es un claro y representativo ejemplo. Además, recientemente, el KOPRI creó una línea de cooperación en conjunto con INACH en donde las y los profesionales del KOPRI pueden utilizar conjuntamente sus infraestructuras.
¿Cómo ve la relación entre Corea y Chile en las cuestiones antárticas ahora y
en el futuro?
Creo que Corea y Chile tienen perspectivas similares sobre las cuestiones antárticas. Creo que compartimos la misma posición de que la Antártica debe ser protegida y estudiada como la última reserva para el futuro de la humanidad.
Por lo tanto, la cooperación diplomática es necesaria para una respuesta conjunta entre Chile y Corea, y creo que los roles de KOPRI e INACH son importantes para proporcionar información para la toma de decisiones políticas.
¿Cómo fue su vida en Punta Arenas, su vida personal y familiar fuera del
trabajo?
Fue una vida muy agradable. Para mi hija y para mí fue muy gratificante enseñar la cultura coreana y el Hangul (idioma coreano) a la gente de Punta Arenas.
A medida que los seguidores de mi hija en las redes sociales aumentaron, pude darme cuenta de que los chilenos están muy interesados en Corea. Mi hijo, por otro parte, llora todos los días y nos dice que no quiere volver a Corea, que quiere seguir viviendo aquí. Creo que mi familia a menudo pensará en la ciudad de Punta Arenas y la extrañará. Esta ciudad se ha convertido en un segundo hogar para nosotros y como familia esperamos volver a Punta Arenas algún día.
Se espera que en los primeros meses del año 2025 el Centro de Cooperación Antártica Chile-Corea tenga un nuevo director o directora.
INACH
El Ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Alberto van Klaveren, inauguró hace unos días la exposición fotográfica “Antártica, un continente para la ciencia y la paz” en la ciudad de Beijing. La actividad se realizó en la Librería Internacional del Parque Internacional de Cultura y Tecnología, en el Distrito de Haidian, sector que alberga a las principales universidades y centros de investigación de la capital china.
La ceremonia se realizó en el marco de la visita del Canciller van Klaveren a China para sostener reuniones con importantes autoridades del país.
La exposición forma parte de un proyecto conjunto de la Embajada de Chile en China y el Instituto Antártico Chileno (INACH), con el apoyo de la División de las Culturas, las Artes, el Patrimonio y Diplomacia Pública (DIRAC), instituciones dependientes del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile.
La exposición consiste en una muestra seleccionada por INACH de 40 fotografías del trabajo científico nacional e internacional en el continente antártico. Está dividida en cuatro subtemas: cambio climático, vida y biodiversidad, ciencia antártica y cooperación entre Chile y China.
La muestra se enmarca al cierre de un año importante para ambos países en el ámbito antártico. En 2024, Chile fue la sede del más importante evento de ciencia antártica: El Open Science Conference del Comité Científico de Investigación Antártica (SCAR, por sus siglas en inglés). A su vez, China conmemoró los 40 años del inicio de sus expediciones antárticas.
Además del Ministro van Klaveren, inauguraron la ceremonia el Subdirector General de la Administración China del Ártico y la Antártica, Long Wei; el Director Nacional de INACH, Gino Cassasa – a través de un mensaje desde la ciudad de Punta Arenas ; y el presidente de la China International Book Trading Corporation, Xie Gang.
Asistieron al encuentro miembros de las más importantes instituciones científicas del país, como el Instituto de Investigación Polar de China, la Academia China de Ciencias, la Fundación Nacional de Ciencias Naturales de China, y más de una treintena de científicos especializados en la Antártica de distintas universidades y centros de investigación del país.
La muestra estará abierta entre el 5 y el 23 de diciembre en la Librería Internacional del Parque Internacional de Cultura y Tecnología. Durante 2025 será trasladada a otras ciudades de China.
INACH
El sábado 7 fue un día histórico para la Armada de Chile (ACH). Luego de cinco horas de vuelo y cerca de medio año de preparación, la aeronave P-3 “Orión” ACH aterrizó en la Estación Polar Científica Conjunta “Glaciar Unión”, ubicada en la latitud 80° Sur, en la Tierra de Ellsworth, sobre el Territorio Chileno Antártico.
La llegada del avión marcó un hito en la marina, puesto que fue la primera vez que un medio aeronaval llega hasta esta ubicación. El éxito de la misión se enmarcó en la Campaña Antártica “Hielo V”, labor desarrollada entre la Armada de Chile y el Centro de Estudios Científicos (CECs), y cuyo principal objetivo es medir el espesor de las plataformas de hielo del Territorio Chileno Antártico para conocer el estado actual de estas y catastrar el impacto del cambio climático en la zona.
El Comandante de la aeronave, Capitán de Fragata Cristóbal Rodríguez, aseguró que “los desafíos fueron múltiples (...) es una campaña no exenta de riesgos, pero que gracias a la planificación se mitigaron los riesgos para despegar desde Punta Arenas, aterrizar en Glaciar Unión y volver en forma segura después de 18 horas de operación continua”.
Aterrizar en Glaciar Unión “representa una nueva capacidad que nos permite operar con estas aeronaves en la Antártica profunda, algo nunca antes realizado. Abre una nueva posibilidad para apoyar operaciones científicas con un mayor radio de acción, además de reforzar la presencia y conexión que mantiene la Armada de Chile con el continente blanco.”, comentó el Comandante de la Aviación Naval, Contraalmirante Ricardo Chiffelle.
Catastrar el impacto del cambio climático
El CECs y la Armada llevan más de 20 años en colaboración para el desarrollo de investigaciones antárticas. Este año ya se han efectuado un total de dos vuelos de medición de las plataformas de hielo del continente blanco. El primero fue el jueves 5 de diciembre y el segundo el 7. Se esperan otros dos despliegues más durante este mes.
Durante su tránsito al Glaciar Unión, el equipo del CECs realizó mediciones científicas en los Glaciares Minesota, Unión y la Plataforma de Hielo Ronne.
El glaciólogo del CECs y Jefe Científico de Hielo V, Rodrigo Zamora, detalló que “en este vuelo logramos hacer mediciones científicas tanto de topografía superficial, así como subglacial”. “Volar hasta este punto era impensado hace algunos años, pero esta proeza nos abre la Antártica interior a la exploración aeronaval y sólo fue posible gracias a la alta preparación y trabajo conjunto de los equipos de la Armada y del CECs”, cerró Rodrigo Zamora.
Por su parte, el Director del CECs, Claudio Bunster, comentó sobre la llegada al Glaciar Unión y la expedición científica sobre el continente antártico: “El equipo formado por este grupo de glaciólogos y una tripulación especializada de la Armada de Chile en estrecha sintonía, al aterrizar en el Glaciar Unión, han abierto una puerta para que Chile se convierta en un país más necesario para el mundo y también para que nuestro país se vea a sí mismo unido en torno a grandes objetivos comunes”.
Asimismo, el Director del Instituto Antártico Chileno (INACH), Gino Cassasa, comentó que "el aterrizaje de la aeronave P-3 "Orión" de la Armada como parte de la Campaña Antártica Hielo V es un verdadero hito de nivel mundial. Para el INACH es un orgullo tener en nuestro país las capacidades científicas y operativas del CECs y la Armada, que abre una gran oportunidad para el crucial objetivo de explorar el interior del continente antártico y un relevante aporte a la Política Antártica Nacional de nuestro país. Felicitamos al Comandante en Jefe de la Armada, al Director del CECs y a todo el personal que participó en esta notable gesta".
El avión
La aeronave cuadrimotor P-3 “Orión”, construida por la empresa estadounidense Lockheed Martin y puesta en el servicio naval en 1993; actualmente pertenece al Grupo de Exploración Aeromarítima VP-1 de la Aviación Naval, ubicada en la Base Aeronaval “Concón”. Sus tareas principales son de patrullaje marítimo, reconocimiento, guerra antisuperficie y antisubmarina; a su vez cumple tareas de búsqueda y rescate (SAR), transporte logístico y capacidad para realizar evacuaciones aeromédicas.
Para Hielo V fue equipada con tecnología desarrollada por el CECs, compuesto por un radar que determina el espesor de hielo (transmisor y receptor; una antena de Sistema de Posicionamiento Global (GPS) y dos antenas de radar), además de un sistema LiDAR para el levantamiento topográfico, y que incluye un escáner láser, un receptor de Navegación Global por Satélite (GNSS), una cámara fotográfica y un computador.
El avión, además, posee un sistema optrónico FLIR, es decir, una cámara que captura imágenes y videos con filtros infrarrojos y termográficos en alta definición; se utiliza en las Operaciones de Fiscalización Pesquera Oceánica (OFPO) para identificar a las embarcaciones. En años anteriores, ha sido de especial ayuda para la detección de focos de incendio en la Zona Centro-Sur del país.
Trabajo en equipo
Para finalizar, la Armada de Chile, agradece el esfuerzo del trabajo coordinado de distintos actores como la Fuerza Aérea de Chile, el Centro de Estudios Científicos (CECs) y Antarctic Logistics and Expeditions (ALE), entre otros, que contribuyeron directamente a consolidar el éxito de la misión.
Fuente: Armada de Chile