domingo, 14 de agosto de 2011

Un pueblo que resucitó tras las cenizas



Hace 20 años el Volcán Hudson tiñó de gris a Los Antiguos. Hoy el poblado recuerda cómo se recuperó de la furia de la naturaleza.


Las noticias de cenizas en la Patagonia no son cosa nueva. La naturaleza se expresa con toda su magnitud en las bellas escenografías de uno y otro lado de la cordillera y a veces hace sentir su poderío con el vómito de las entrañas de la tierra.

En agosto de 1991 el volcán Hudson se despabiló dejando a su alrededor todo cubierto de sus cenizas. "Reunimos a la población y nos organizamos nombrando jefes de manzana para atender las tareas más urgentes, y evacuar a la población cuando mejoró un poco la visibilidad después de varios días de oscuridad.

La evacuación de mujeres, niños y ancianos, la hicimos porque en ese momento desconocíamos si las cenizas podían ser peligrosas para la salud (posteriormente comprobamos que no)" cuenta Oscar Sandoval, actual intendente de Los Antiguos que, por esos días, también ejercía el Ejecutivo en la comuna.

"También, en coordinación con el Gobierno chileno, se socorrió a los habitantes de la vecina localidad de Chile Chico, abriendo las fronteras y trasladándolos a Comodoro Rivadavia para que pudieran redirigirse a Coyhaique. A partir de ahí, nos abocamos a la coordinación logística de limpieza y recuperación” continúa relatando el funcionario.

Los hombres fueron los encargados de despejar y limpiar la zona, mientras se evaluaba la escala de la tragedia: en aquella primavera los frutales y otros cultivos no tuvieron cosecha y los animales seguían muriendo, dejando todo del tono gris, incierto, de las cenizas.

“Fueron días de palas, palas y más palas. A cualquier persona que venía, la poníamos a palear cenizas. Llegó un momento en que el ánimo de la gente decayó y en eso fue fundamental la ayuda de los psicólogos enviados, que realizaron un gran trabajo en la población”.

Tanto el Gobierno provincial como nacional, Vialidad, áreas de Salud y también la provincia de Córdoba, trabajaron mancomunadamente para dar ayuda al poblado. El INTA y el Consejo Agrario colaboraron por aquellos días ayudando a los productores y aconsejándolos para que recuperaran sus tierras.

Pero el trabajo de las personas, el paso del tiempo, las lluvias y los vientos devolvieron a Los Antiguos su habitual aspecto. Retornaron las aves, las flores. Los suelos mejoraron su permeabilidad y aireación.

Resurgió la producción y la voluntad de su gente. Se incrementó su población, hasta cuadruplicarse en la actualidad. El pueblo se ha desarrollado y re-inventado como pujante localidad turística y productiva.

Una historia de éxito ante la adversidad. “Después de haber sacado 37.000 camionadas de cenizas, un año después ya habíamos recuperado nuestra Fiesta Nacional de la Cereza, realizada de manera totalmente solidaria por León Gieco. A los dos años y medio se reactivó la producción y, con mayor cohesión como población, salimos adelante hasta el día de hoy, en el que orgullosamente podemos mostrar nuestro pueblo.” Afirma Sandoval.

En Los Antiguos dicen que “el hombre no puede detener la fuerza de los volcanes pero los volcanes no pueden detener la fuerza del hombre”. Su experiencia avala lo dicho.

Más Información

Secretaría de Turismo de Los Antiguos
www.losantiguos.tur.ar
Av. 11 de Julio Nº 446
Teléfono: (02963) - 491261.

Los Andes




Antes. La capa de ceniza superó el metro de altura en algunos sitios.


Ahora. El pueblo rebosa de verde. Los turistas,
agradecidos.


La Voz

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