viernes, 5 de agosto de 2011
Se inicia la temporada de ballenas en el Pacífico colombiano
Cada año es el escenario ideal en donde las ballenas yubartas o jorobadas logran aparearse y tener sus crías. Viajan más de 8.000 kilómetros desde la Antártica y el sur de Chile para llegar a estas aguas cálidas que les permiten la conservación de su especie.
De repente Nuquí, Bahía Solano, Málaga, Gorgona y Utría, ven emerger del fondo del mar unas cuarenta toneladas que precipitadamente vuelven a caer y desaparecer por segundos.
Playas, acantilados y bahías se convierten en las tribunas naturales para ver este espectáculo único de la naturaleza. Las condiciones del lugar permiten apreciar el nado de las ballenas y sus ballenatos de manera segura y sobre todo respetuosa. No sobra aclarar que el avistamiento de ballenas debe respetar el espacio que ellas necesitan pues este es un mamífero vulnerable y del comportamiento del turista depende en parte su supervivencia.
En Colombia, desde el departamento de Nariño hasta el Chocó, en la costa del Océano Pacífico se puede apreciar la llegada de las ballenas todos los años desde julio hasta el mes de noviembre.
Las ballenas jorobadas nadan en todos los mares del mundo. Sin embargo la calidad del agua, su profundidad y temperatura, así como las características del viento y el ambiente, inciden en su presencia anual en el Pacífico colombiano.
Paciencia es una de las características que deben tener los turistas que van a ver las ballenas, muchas veces pueden pasar horas enteras sin que estos cetáceos se vean en los alrededores.
Influye sobre todo el estado del mar. Hay más posibilidades de verlas cuando las aguas están calmadas y no está el sol en su plenitud, es decir en las primeras horas de la mañana o en las últimas de la tarde.
Historia
Según investigaciones sobre el tema y registros bibliográficos, entre julio y agosto de 1920 llegaron las primeras ballenas jorobadas a parir sus crías en la bahía de Málaga. Décadas después, luego de que en California se estableciera el avistamiento de ballenas como actividad turística, en 1994 se realizaron las primeras observaciones desde embarcaciones en la bahía de Málaga, mientras que en Nuquí y Bahía Solano se hicieron en 1997.
Los mamíferos llegan paulatinamente entre julio y noviembre. Por lo general los machos regresan rápido al sur de Chile o a la Antártica luego de haber cumplido con su función de apareamiento.
Los mamíferos llegan paulatinamente entre julio y noviembre. Por lo general los machos regresan rápido al sur de Chile o a la Antártica luego de haber cumplido con su función de apareamiento. En cambio las hembras se pueden quedar hasta cuatro meses esperando que sus crías se adapten y estén listas para emprender el largo viaje al sur del continente. Puntos de observación
Desde tierra es importante tener a mano unos buenos binoculares, además de la paciencia ya mencionada. Esta práctica representa una ventaja para los turistas que no quieren internarse al mar y también para las mismas ballenas, pues reduce la presión que se puede ejercer sobre ellas.
El avistamiento desde embarcaciones es el más solicitado por los turistas. Estando en el mar se puede seguirlas, siempre cuidando la distancia mínima de los 200 metros, para así apreciar su nado y movimientos.
Se pueden observar diferentes grupos de ballenas, los de las madres con sus crías, los grupos en cortejo y los cantores.
Expreso. Redacción. A.F
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