La expedición CIMAR 27 Fiordos, realizada a bordo del buque Cabo de Hornos, permitió la ejecución de cuatro proyectos del Centro IDEAL.
Con una labor científica centrada en estudiar el papel que cumplen las constricciones topográficas en generar focos de productividad biológica y en estimar los patrones de distribución de cetáceos, culminó el reciente Crucero de Investigación Científica Marina en Áreas Remotas (CIMAR) a lo largo de fiordos y canales de la región de Magallanes y la Antártica Chilena.
La travesía científica, realizada entre el 15 de agosto y el 10 de septiembre, permitió el desarrollo de cuatro proyectos multidisciplinarios del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL) de la Universidad Austral de Chile (UACh). La campaña se desarrolló a bordo del buque de investigación Cabo de Hornos de la Armada de Chile.
Uno de los proyectos, que estuvo integrado por los biólogos marinos Víctor Castillo y Nicolás Muñoz, culminó una primera fase de avance en el estudio de los patrones de distribución de cetáceos en la Patagonia sur y se focalizó en su relación con la variabilidad biológica y física. La iniciativa es desarrollada por el Centro IDEAL, el Centro COPAS-Coastal, el Instituto Alfred Wegener (AWI) de Alemania, la Universidad Santo Tomás y el Museo de Historia Natural de Río Seco.
El Dr. Luis Bedriñana-Romano, investigador del Centro IDEAL y del Centro COPAS-Coastal de la Universidad de Concepcion explica que tras la campaña es necesario “tratar de entender por qué los animales se encuentran donde los registramos. Esto implica el análisis y modelamiento de múltiples fuentes de datos ambientales, donde incluimos tanto imágenes satelitales como información recabada durante los cruceros, como mediciones de variables físicas de la columna de agua, y biológica como la distribución de potenciales presas de estos animales”.
El también científico del Centro Ballena Azul destaca “el amplio arco de disciplinas que han participado no solo de este crucero, sino de algunos anteriores, donde de forma simultánea y colaborativa se han recabado datos geológicos, oceanográficos y ecológicos, los cuales a su vez cubren muy diversos objetos de estudio”. El investigador también subraya el trabajo colaborativo entre distintas instituciones, que “ha permitido sacar el mayor provecho científico durante cruceros en zonas extremas y en zonas muy complejas de prospectar dadas las duras condiciones ambientales”.
Otra de las iniciativas se focalizó en el papel que cumplen las constricciones topográficas en generar focos de productividad biológica marina. El proyecto, liderado por el investigador Rodrigo Torres, es un trabajo en conjunto entre el Centro IDEAL y el Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP).
Valeska Vásquez, asistente de investigación, explica que el objetivo de este proyecto fue “evaluar los grados de mezcla de agua subantártica y aguas continentales en la zona del Estrecho de Magallanes y el Canal Beagle, y sus efectos sobre la estequiometría de nutrientes, distribución, composición, abundancia y biomasa de las comunidades fitoplanctónicas, particularmente en áreas de constricciones”.
La bióloga marina señala que “logramos muestrear las 21 estaciones de interés, un gran logro considerando las limitaciones climáticas típicas de estas campañas. Lo siguiente es realizar el análisis de todas las muestras colectadas, donde se estudiarán variables químicas y biológicas como la concentración de nutrientes, pigmentos fotosintéticos, acidez, alcalinidad, y la distribución, composición y abundancia de las comunidades fitoplanctónicas en aguas marinas subantárticas”.
Vásquez afirma que “esta información será valiosa para el desarrollo de estrategias destinadas a proteger estas zonas de alta biomasa o ‘hotspots’ biológicos, así como para evaluar su función ecológica y su grado de resiliencia ante el cambio climático. Estamos convencidos de que los resultados esperados de este proyecto brindarán información crucial para comprender, gestionar y conservar estos ecosistemas marinos, contribuyendo así a la protección de la biodiversidad y al mantenimiento de la salud de los canales y fiordos de Chile”.
En la campaña CIMAR 27 Fiordos también se desarrollaron investigaciones lideradas por el Dr. Gonzalo Saldías, de la Universidad del Bío Bío y COPAS-Coastal; y por el Dr. Leonardo Castro, de la UDEC. Los proyectos se centraron en estudiar los “hotspots” biológicos, donde existe una alta diversidad de especies.
IDEAL
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