miércoles, 11 de noviembre de 2015

ANTÁRTICA. Estudian aplicaciones farmacológicas de productos del fondo marino antártico

Barcelona, 8 nov (EFE).- Investigadores de las universidades de Barcelona (UB), Alcalá 

de Henares (UAH), Autónoma de Madrid (UAM), de Harvard y del Instituto Español de 

Oceanografía (IEO) estudiarán este invierno en una nueva campaña de investigación en 

la  Antártida la posible utilidad farmacológica de productos del fondo marino antártico.


El proyecto, denominado "Distantcom", está liderado por Conxita Ávila, investigadora del 

Departamento de Biología Animal y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad de 

la  UB (IRBio) y tiene por objetivo estudiar los ecosistemas y los invertebrados del fondo 

antártico e identificar las moléculas que intervienen en sus relaciones y evaluar su 

posible  uso farmacológico.


El equipo de investigación se trasladará a la base antártica Gabriel de Castilla, instalada 

en  la isla Decepción, en el archipiélago de las Shetland del Sur, y durante tres meses 

estudiará la ecología química, la filogenia, la filogeografía y la ecología trófica de los 

invertebrados en el continente antártico.


Buena parte de la campaña se desarrollará también a bordo del buque oceanográfico 

Hespérides, en el que recogerán muestras de diferentes zonas de la península antártica 

y  las islas adyacentes utilizando equipos de buceo con trajes secos preparados para 

aguantar temperaturas bajo cero.


Según ha explicado Ávila, "en este proyecto intentaremos conocer mejor cómo viven los 

animales del fondo antártico: qué relaciones tróficas tienen, es decir, quién se come a 

qué,  qué relaciones simbióticas presentan o qué contaminantes acumulan".


"Pretendemos -ha añadido la investigadora- conocer también sus relaciones de 

parentesco, a fin de construir el árbol genealógico de algunas especies, y qué factores 

han  condicionado su distribución actual".


Según Ávila, conocer esta información sobre las características ecológicas de las 

especies  es importante ya que entre otras cosas permite detectar cambios en el 

ambiente  de  manera indirecta, una información que podría ser relevante también en 

relación con el  cambio climático.


Durante el proyecto también investigarán la ecología química de estos invertebrados y 

las  potenciales aplicaciones farmacológicas de sus moléculas.

"Intentaremos averiguar qué defensas químicas utilizan para repeler los depredadores, 

para hacerse sitio o para mantenerse limpios y evitar que se les adhieran organismos en 

la  superficie", ha puntualizado Ávila.


Según la bióloga, "estos productos químicos también pueden tener una actividad 

biológica  potencialmente útil en forma de medicamentos. Por poner un ejemplo, el 

compuesto que  impide que se extiendan las células de tu enemigo podría servir para 

evitar  que se  desarrollen células cancerígenas".


"Hay un gran desconocimiento de la ecología de estos animales invertebrados, 

fundamentalmente por las dificultades climatológicas y logísticas que conlleva el estudio 

en  el océano Antártico. Por eso se aprovecha el verano austral, cuando la climatología 

es  más  favorable", ha detallado Ávila, que este año vivirá su octava campaña antártica.


Distantcom es la continuación de los proyectos Ecoquim y Actiquim, desarrollados por el 

mismo equipo de investigación y liderados también por Conxita Ávila.


Este grupo de expertos de la UB y el IRBio ha hecho ya diferentes descubrimientos 

significativos de invertebrados marinos en la Antártida, como el primer gusano come 

huesos del género Osedax, o el anélido 'Parougia diapason', una nueva especie 

descubierta en la isla Decepción en el archipiélago de las Shetland del Sur, en el océano 

Antártico.


La Vanguardia

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