jueves, 1 de julio de 2021

ANTÁRTICA/CINE: Así se produjo la primera película colombiana en la Antártida


Acaba de estrenarse 'Ventana de tiempo', una mirada onírica de este gélido lugar del planeta.

Una grieta en suelo antártico luce como una enorme cicatriz de la tierra. El deshielo causado por el calentamiento global se evidencia en este gélido lugar más que en cualquier otro. El cineasta Nicolás Ordoñez captura con su cámara la tragedia glaciar a bordo de un avión de la Nasa en el que viaja con la misión científica Ice Bridge.

El trabajo audiovisual sigue el drama ecológico sin que sea este su eje argumental. La voz suave de Natalia Jaramillo y su historia lleva al espectador a otra parte. “Es que yo tenía claro que no quería hacer otro documental sobre pingüinos, sino más bien indagar cómo quienes van hasta allá llevan consigo sus infiernos internos. Me interesaba mostrar cómo los liberan y lidian con la separación de sus familias, con la soledad”, cuenta el director sobre 'Ventana de tiempo'.

El metraje es inclasificable: no es un documental, no es un filme de ficción. “Para mí solamente existen las películas. Ventana de tiempo es un dispositivo documental, pero con muchos elementos de la ficción, está basado en un cuento que es una metáfora y muchas de las escenas fueron preparadas -a pesar que no puse palabras en su boca, lo que dicen salió de ellos-. Sí es complejo de definir, porque usé lo que los personajes piensan en realidad pero lo preparé de forma que tuviera una tensión cinematográfica, un sentido”, explica Ordoñez.


Natalia Jaramillo es la protagonista de esta historia. No es actriz: se graduó como historiadora, geógrafa, piloto de avión y cartógrafa y apenas tiene 34 años. A la Antártida ha ido en varias oportunidades, pero en la que se convirtió en la protagonista de Ventana de tiempo iba con el corazón roto.

“Cuando yo le propuse lo de la película, ella no me tomó en serio; incluso, cuando empezamos a filmar ya en el buque y hablamos sobre su despecho, ella todavía no era consciente. De hecho, creo que jamás cayó en la cuenta de que estábamos haciendo una película con ella como eje central. Yo la fui guiando, preparamos las escenas, haciendo todo....ella se dejó llevar. Fue como un entretenimiento. Hasta ahora que se estrenó la película y se vio en la pantalla grande fue que aterrizó lo que había sucedido”, recuerda Ordoñez

Cuando yo le propuse lo de la película, ella no me tomó en serio; incluso, cuando empezamos a filmar ya en el buque y hablamos sobre su despecho, ella todavía no era consciente. De hecho, creo que jamás cayó en la cuenta de que estábamos haciendo una película con ella como eje central. Yo la fui guiando, preparamos las escenas, haciendo todo....ella se dejó llevar. Fue como un entretenimiento. Hasta ahora que se estrenó la película y se vio en la pantalla grande fue que aterrizó lo que había sucedido”, recuerda Ordoñez.

A la Antártida solamente se puede viajar en ‘verano’ -así entre comillas- cuando el clima es soportable por el ser humano y alcanza los 20 grados bajo cero. En invierno baja a los -70. El director tuvo la posibilidad de viajar dos veces, la primera en el buque de la comisión colombiana del océano y la segunda en el avión de la Nasa. Su apoyo en esta aventura –o locura- fue la periodista científica Ángela Posada Swafford.

¿Cómo termina usted metido en esta aventura, Nicolás?
El punto de partida fue 'Colombia Bio', una serie documental a la que me invitaron a hacer el episodio 'La tierra del agua', que se filmó en Cayo Serrana cerca de San Andrés y Providencia. Estando ahí conocí a Ángela y ella me empezó a hablar de la Antártida.

Cuando se estrenó el documental conocí al director de la Comisión Colombiana del Océano. Ya motivado por las charlas de Ángela, le dije: 'yo quiero hacer una película de ciencia ficción en la Antártida'. ¡Y a él le pareció espectacular!

Cuando hice el curso, que es un requisito para viajar, conocí a Natalia Jaramillo. Ella me habló del cuento que escribió –y que jamás terminó- sobre el vampiro que va a enterrarse en el hielo. Es una hermosa metáfora. Estamos hablando del calentamiento global, de la enajenación de los seres humanos, la alienación con los medios electrónicos y vi que esta era una posibilidad de mostrar cómo es encontrarse con uno mismo, una experiencia que casi nadie tiene.



¿Por qué se llama 'Ventana de tiempo'?

La película se llama así porque Ventana de tiempo es el lapso que usan los marineros para saber cuándo pueden cruzar el mar de Drake - que es el más complicado del mundo, con olas hasta de 15 metros-. Normalmente ese estrecho se cruza en tres días y medio, desde el sur de Chile en Punta Arenas hasta la península Antártica. La ventana de tiempo es el término asociado con las buenas condiciones meteorológicas para cruzar el mar.

¿Qué le queda después de esta tremenda experiencia?

Antes de empezar, yo tenía la siguiente premisa: cuando se cruza el paralelo 60 algo cambia en uno. Y eso era lo que pretendía plasmar a través de Natalia. Esta película pudo haber sido una película por encargo, pero eso no es algo que vaya a quedar para mi vida, como está, la considero una obra de arte. Y todo lo que sea sumarle al espíritu de uno como artista, vale la pena. Aunque todavía esté pagando las deudas (se ríe). Nunca pensé que fuera ir hasta el fin del mundo y dicen que la Antartida es la Luna de los mortales: son muy pocos han ido a la Luna, así pasa con la Antártida.

Sofía Gómez G
El Tiempo


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