viernes, 14 de noviembre de 2014

Base uruguaya en la Antártida apoya 16 proyectos científicos nacionales


Son más de 40 los especialistas de los 16 proyectos seleccionados, y que investigan microbiología, zoología, protección del ambiente, ciencias de la tierra y de la atmósfera, entre otras.
 El representante del Ministerio de Educación y Cultura (MEC) en el Consejo directivo del Instituto Antártico Uruguayo, Juan Abdala, explicó que este programa alcanzó uno de sus principales objetivos, que fue posibilitar la realización de proyectos relacionados con las actividades científicas y ambientales que se realizan en la Antártida.
En 2011 se efectuó una convocatoria en la que se presentaron más de 25 proyectos de la Facultad de Ciencias, de Ingeniería, de Química, de la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (Dinara), del Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet) y Bellas Artes, entre otras.
Uruguay se encuentra, al día de hoy, posicionado en el mejor momento histórico en relación con las actividades científicas, aseguró Abdala. “Pero este trabajo debe continuar y profundizarse”.
Proyectos científicos uruguayos
La Antártida es un gran laboratorio para los jóvenes científicos uruguayos, según coinciden en asegurar los analistas científicos que visitan  la Base Científica Antártica Artigas (BCAA).
“El objetivo es ofrecer a los profesionales y estudiantes de Uruguay la posibilidad de llegar al continente y poder trabajar en los diferentes proyectos en los que están interesados, que son de utilidad no solo para Uruguay sino para toda la comunidad antártica”, agregó Abala.
“Si bien el Instituto Clemente Estable, las facultades de Química, Ingeniería y Ciencias, el Servicio Geográfico Militar y el Servicio de Oceanografía, Hidrografía y Meteorología de la Armada (Sohma) trabajan activamente en las diferentes actividades científicas que se realizan en la Antártida, estos espacios de investigación están abiertos a quienes estén interesados”, aseguró.
Generar conocimiento, negociar y  participar de investigaciones científicas de valor internacional  son los principales desafíos enumerados por el entrevistado.
Programa Científico Ambiental 2011-2014
Abdala reconoció que, tanto la convocatoria, como el proceso y las resultados obtenidos por cada uno de los proyectos, superaron todas las expectativas.
Se presentaron 25 propuestas, de las cuales fueron seleccionados para su ejecución un total de 16. Participaron más de 50 investigadores que concurrieron a la Base Artigas por más de 550 días. Tesis de grado, posgrado y doctorado; publicaciones y participaciones en congresos internacionales fueron el corolario para este programa.
Abdala reconoció que la formación de investigadores “antárticos” es el gran déficit que existe. “Es imprescindible generar una línea de trabajo de formación de recursos humanos en esta área”.
Elogió además la participación de los investigadores en cada uno de los proyectos presentados y aseguró que el estímulo generado por las instituciones son una práctica que debe continuar.
Monitoreo ambiental
En una próxima instancia se desarrollarán actividades de investigación científica para mejorar el monitoreo ambiental de la Base Artigas.
Actualmente se trabaja en la definición de los proyectos, que están relacionados con el relevamiento de datos de variables físico-químicas y del monitoreo ambiental biológico, por ejemplo: identificación de especies que pueden servir como indicadores de calidad ambiental.
Abdala recordó que uno de los objetivos prioritarios del Tratado Antártico es la protección del medio ambiente; y que por eso es fundamental el trabajo de cada país, incluyendo a Uruguay.
Según enfatizó, realizar actividades logísticas e investigaciones científicas sin generar impacto ambiental es el objetivo principal, y así trabaja Uruguay en la Antártida.
El Diario

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