CARTAGENA. El pasado 16 de mayo el buque de investigación oceanográfica Hespérides cumplió 30 años desde su entrega a la Armada. Único barco de su clase, se comenzó su construcción el 15 de diciembre de 1988 en los astilleros de la Empresa Nacional Bazán (actual Navantia), siendo su madrina de botadura, el 12 de marzo de 1990, S.M. la Reina Sofía.
Desde ese momento el Hespérides ha participado en 25 Campañas Antárticas. Además, el buque también ha participado en una campaña en el Ártico en el año 2006-2007 y, entre los años 2010-2011 en la Expedición Malaspina de siete meses de duración, en la que circunnavegó el globo, siendo esta su primera y única vuelta al mundo.
El Hespérides supone una pieza clave de cooperación entre diferentes instituciones públicas y privadas al servicio de la I+D+i en el marco del Plan Estatal de Investigación Científica, Técnica y de Innovación. El Ministerio de Ciencia e Innovación financia los proyectos de investigación, colaborando en los gastos de campaña de las Bases Antárticas Españolas y del BIO Hespérides.
Además de la realización de proyectos científicos a bordo, el BIO Hespérides realiza una labor fundamental en la Antártida: el apoyo logístico a las bases antárticas no solo españolas, sino también de otros países que colaboran con el Programa Polar Español. Este apoyo, de apertura y cierre de las bases antárticas y, en definitiva, al trabajo llevado a cabo en ellas, es esencial para la ciencia española.
El BIO Hespérides, de 82,5 metros de eslora y 2.830 toneladas de desplazamiento, está fabricado en casco de acero de alta resistencia, con quilla reforzada para poder operar entre hielo joven (de primer año) de hasta 40 centímetros de espesor. En la actualidad se encuentra certificado como buque de categoría C según el Código Polar de la Organización Marítima Internacional. Además, para realizar los distintos trabajos científicos dispone de cuatro chigres, capaces de arriar cable hasta 8000 metros de profundidad, dos grúas-pórtico abatibles y una telescópica. Cuenta con un total de 11 laboratorios (más de 350 metros cuadrados) destacando un laboratorio frío a -20ºC, ultra congeladores de -80ºC, y un espacio para trabajos con isótopos radioactivos.
Entre el equipamiento científico fijo a bordo destacan: dos sondas multihaz, (aguas profundas y someras), dos sondas monohaz, un perfilador sísmico (TOPAS) que penetra los sedimentos del fondo hasta 250 metros, un perfilador doppler de corrientes marinas (ADCP, Acoustic Doppler Current Profiler) y un gravímetro marino. Por último, el CTD (Conductivity-Temperature-Deep) o “Roseta” puede recoger muestras de aguas en distintas cotas hasta los 6.000 metros de profundidad mientras realiza un perfil de profundidad, conductividad y temperatura.
Entre los hitos alcanzados por el buque a lo largo de estos 30 años, cabe destacar las latitudes máximas alcanzadas: Norte (80º50’ N) y Sur (71º01’ S). Además, ha navegado más de 820.000 millas náuticas, lo que equivale a 40 vueltas al mundo, aproximadamente. Ha recalado en un gran número de puertos tanto nacionales como europeos, americanos, africanos y de Oceanía. Siendo Ushuaia (Argentina) y Punta Arenas (Chile) sus dos puertos más visitados, con 54 y 31 veces respectivamente.
Actualmente, el buque se encuentra bajo el mando del capitán de fragata Tomás Cordón Scharfhausen, con una dotación formada por 9 oficiales, 10 suboficiales y 36 cabos y marineros. Además, tiene capacidad para alojar 37 científicos y técnicos.
Recordemos que en esta última campaña Antártica fue cancelado el pasado mes de enero tras detectarse 35 casos positivos por covid-19, y para evitar cualquier riesgo de propagación del virus entre el personal participante en la campaña y su posible introducción en la zona del Tratado Antártico.
Murciaplaza
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