miércoles, 28 de octubre de 2015

Con una IMAGEN de un amanecer magallánico, les comparto una HISTORIA PARA REFLEXIONAR y...el RESTO ES TUYO



ENCARNA LO QUE PIDES

Muchos cuentan la anécdota de una madre que llevó a su hijo de seis años a la casa de Gandhi.

Ella le suplicó:

-Se lo ruego, Mahatma, dígale a mi hijo que no coma más azucar, es diabético y arriesga su vida haciéndolo. A mi ya no me hace caso y sufro por él.

Gandhi reflexionó y dijo:

-Lo siento, señora. Ahora no puedo hacerlo. Traiga a su hijo dentro de quince días. Sorprendida la mujer le dio las gracias y le prometió que haría lo que había pedido. Quince días después volvió con su hijo. Gandhi miró al muchacho a los ojos y le dijo:

-Chico, deja de comer azúcar.

Agradecida, pero extrañada, la madre le preguntó:

-¿Por qué me pidió que lo trajera dos semanas después?
Podía haberle dicho lo mismo la primera vez.

Gandhi respondió:

-Hace quince días, yo comía azúcar.

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