Aquí tienes un resumen de sus puntos clave:
Uso pacífico: Se prohíbe cualquier actividad militar, incluyendo pruebas de armas o establecimiento de bases militares (Artículo I).
Investigación científica: Se garantiza la libertad de investigación y la cooperación internacional en el continente (Artículo II).
Protección ambiental: Se prohíben las explosiones nucleares y el vertido de desechos radiactivos (Artículo V).
Soberanía congelada: No se reconocen ni se niegan reclamaciones territoriales; se mantiene el statu quo (Artículo IV).
Inspección y transparencia: Todas las instalaciones están abiertas a inspección por observadores designados (Artículo VII).
Actualmente, el tratado cuenta con 58 países miembros, de los cuales 29 tienen estatus consultivo, lo que les permite participar en la toma de decisiones. La Secretaría del Tratado Antártico tiene su sede en Buenos Aires desde 2004
Como decía, el Tratado Antártico cuenta con 58 países miembros, divididos en dos categorías:
Partes Consultivas (29 países)
Son aquellos que, además de haber adherido al Tratado, realizan investigaciones científicas sustanciales en la Antártica y participan con voz y voto en las decisiones. El listado de ellos es el siguiente:
Argentina
Australia
Chile
Estados Unidos
Reino Unido
Francia
Rusia
Japón
Alemania
China
Noruega
Nueva Zelanda
Brasil
India
Corea del Sur
España
Italia
Sudáfrica
Uruguay
Perú
Polonia
Países Bajos
República Checa
Suecia
Finlandia
Bulgaria
Ucrania
Bélgica
Ecuador
Partes No Consultivas (29 países)
Han adherido al Tratado, pero no realizan actividades científicas significativas en la región, por lo que no tienen derecho a voto. Ellos son:
Austria
Canadá
Colombia
Cuba
Dinamarca
Estonia
Grecia
Hungría
Kazajistán
Malasia
Mónaco
Mongolia
Papúa Nueva Guinea
Portugal
República Eslovaca
Rumania
Suiza
Turquía
Venezuela
Guatemala
Bielorrusia
Corea del Norte
Pakistán
Irán
Luxemburgo
Tailandia
Eslovenia
Lituania
Croacia
Chile desempeña un papel protagónico y estratégico dentro del Sistema del Tratado Antártico, sustentado en su cercanía geográfica, su historia exploratoria y su activa participación diplomática y científica.
Aquí algunos aspectos clave de su rol:
País signatario original: Chile fue uno de los 12 países que firmaron el Tratado en 1959, lo que le otorga el estatus de Parte Consultiva, con derecho a voto en las decisiones del sistema.
Reclamación territorial: Chile mantiene una reclamación sobre el Territorio Chileno Antártico, entre los meridianos 53° y 90° Oeste, aunque el Tratado congela estas reclamaciones sin anularlas.
Institucionalidad robusta: Cuenta con una estructura sólida que incluye la División Antártica del Ministerio de Relaciones Exteriores, el Instituto Antártico Chileno (INACH) y el Consejo de Política Antártica. Esta institucionalidad se fortaleció con la Ley 21.255 (2020), que establece el Estatuto Chileno Antártico.
Ciencia y logística: Chile impulsa un activo Programa Nacional de Ciencia Antártica y ofrece apoyo logístico a expediciones internacionales desde Punta Arenas, uno de los principales “gateways” al continente blanco.
Visión estratégica: A través de su Política Antártica Nacional y la iniciativa “Chile en la Antártica: Visión Estratégica al 2035”, busca consolidarse como una potencia antártica, promoviendo la ciencia, la cooperación internacional y el desarrollo sustentable en la región.
En resumen, Chile no solo defiende sus intereses soberanos, sino que también se proyecta como un actor clave en la gobernanza, la investigación y la protección ambiental de la Antártica.
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