Diez millones de años atrás, al menos cuatro especies de esos animales coexistieron en el llamado “continente seco”. Lo demostró un estudio de 17 fragmentos fósiles
Los hallazgos fósiles en Ciudad del Cabo, en 2010, descritos en la última edición de la Revista de Zoología de la Linnean Society, representan la evidencia más antigua de estas aves en África, anteriores a los fósiles de entre 5 y 7 millones de años descritos anteriormente, informó BBC Mundo.
Los coautores Daniel Thomas del Museo Nacional de Historia Natural y Dan Ksepkadel Centro Nacional de Síntesis Evolutiva reconocieron los 17 fragmentos de huesos como piezas de columna vertebral, esternón, alas y patas de varias especies extintas de pingüinos.
Según el estudio de los huesos, estas especies se extendieron casi por todo el espectro de tamaños conocidos, desde un diminuto pingüino de 0,3 m de altura, hasta una imponente especie de cerca de 0,9 m.
Sólo una especie de pingüinos vive actualmente en África: el pingüino africano (Spheniscus demersus), también conocido como pingüino del Cabo o de anteojos.
Calificada como una especie en peligro de extinción desde 2010, son denominados en inglés como "Jackass", por su fuerte forma de llamar, parecida a un burro rebuznando. Sin embargo, el sonido podría estar próximo a desaparecer.
El número de estas aves ha disminuido un 80% en los últimos 50 años. La caída se debe principalmente a los vertidos de petróleo y a la pesca excesiva de sardinas y anchoas, el alimento favorito del único pingüino que queda habitando en África.
Las razones de la extinción de los pingüinos prehistóricos, eso sí, no están tan claras.
Las lagunas en el registro fósil hacen difícil determinar si las extinciones fueron repentinas o graduales. "Es como ver dos cuadros de una película", dijo el coautor Daniel Ksepka. "Tenemos un marco de 5.000.000 de años, y un marco a los 10-12 millones de años".
Una posibilidad más probable es que la subida y bajada del nivel del mar terminó por eliminar los sitios seguros para la anidación.
Infobae