Ayer se presentó, en la Fundación Konrad Adenauer, el libro "Mis discursos por un Chile mejor" escrito por la senadora de nuestra región de Magallanes y Antártica Chilena. Carolina Goic. Tuve la posibilidad de seguir esta actividad vía zoom y les comparto algo de lo sucedido.
El prólogo de este libro fue escrito por Felipe Berríos sj y podrán leerlo más abajo.
En parte de su intervención Carolina dijo: "Cuando uno escribe, lo que busca es rescatar la memoria y eso es super importante para nosotros. Estamos acá, hemos hecho discursos importantes; uno ha marcado más que otros. Hemos dicho cosas que tienen que ver con un momento, con un contexto histórico y creo que es muy importante volver a leerlo, no para quedarse pegados en el pasado- a veces de forma bien romántica- y mira que lo hicimos mejor antes y queremos volver para atrás, sino para hacer los aprendizaje de ese pasado; para entender ese contexto. Y, efectivamente, los discursos que aquí escogimos tienen que ver con ciertos momentos, en que a mi me tocó encabezar. Me tocó hablar a mis camaradas, me tocó hablarles a los políticos, pero también, me tocó hablarle a Chile y eso es algo que siempre agradezco, el tener esa posibilidad. Y dejar registro, también, para que recordemos por que dijimos lo que dijimos o por que hicimos lo que hicimos, como señalaba Carolina Toha respecto a momentos difíciles. O seas, no todas son palabras bonitas, sino también momentos en que me tocó encabezar situaciones difíciles.
Yo asumí el partido y la presidencia del partido después de un escándalo de corrupción, complejo y nuestro primer slogan fue en la campaña municipal, que teníamos que levantar, el "volvamos a confiar" y muchos dijeron vas a poner el dedo en la llaga. Lo que vas a hacer es justamente poner el tema de la confianza, de la desconfianza cuando sabemos las complejidades que hay en el partido. Y digo, pero si no lo enfrentamos, si no partimos desde ahí, como vamos a hacer una relación distinta.
Y después, están las decisiones que nos tocó tomar y, yo, quiero reivindicar el tema de la ética. El tema de la ética en política, la centralidad de la ética en política, cuando muchos hace cuatro años me decían, con el discurso de la ética no vas a ganar votos. Y uno dice, quizás no ganamos tantos votos y no sé si habríamos ganado más con un discurso distinto. Pero parece que teníamos bastante razón.
Entonces cuando han pasado cuatro años de eso y uno dice hoy día probablemente la discusión en las campañas presidenciales también es una discusión ética. No de los límites de lo legal y de lo que no es legal, no del comportamiento ético y cómo se genera confianza, en los candidatos, pero también en nuestra sociedad. Y en eso parece que no estábamos tan perdidos. Y mi invitación hoy día es a sentarnos a mirar lo que ha pasado en estos cuatro años; lo hacemos quienes nos ha tocado asumir roles en primera fila, candidaturas, roles parlamentarios, roles también que no es el ámbito del parlamentario tradicional como es el caso de la Paty, pero que ahora quizás desde un espacio distinto también cumplimos un rol y a eso me voy a referir al final.
Y lo que yo quiero invitar, a quienes no están siguiendo, es a pensar en los próximos cuatro años. ¿Qué queremos en cuatro años más? Si nos volvemos a juntar, nosotras mismas, quizás otros; ¿qué es lo que queremos respecto de esos cuatro años que pasaron. O sea, como miramos, como apreciamos los aprendizajes; como damos muestras que efectivamente nos hacemos cargo de nuestra responsabilidad en política y frente al país. Y qué es lo que queremos construir para cuatro años más. Creo que este es el desafío, esa es la invitación. Mirar para atrás, pero pensando en esto que Felipe Berríos escribe tan magistralmente, de cómo se enfrentan esos mares, esas tempestades para cuatro años más y que vamos a decir respecto de la ética en política, que vamos a decir respecto de la coherencia. O qué vamos a decir respecto de las demandas de la gente. Hice el mismo ejercicio que Paula en la mañana -mientras escuchaba el debate presidencial- revisaba el último discurso donde están las propuestas programáticas. Y en materia de pensiones, hoy día tenemos un problema, aún más grave, porque en cuatro años no avanzamos. ¿Por qué? Podríamos buscar muchas justificaciones pero como garantizamos que en cuatro años más si van a haber respuestas. O en materia de salud, o en materia de descentralización; en materia de delincuencia; en materia de crecimiento económico; en materia, además, de algo mucho más importante, es de cómo generamos acuerdos y cómo somos capaces de decir, este es el Chile que queremos. Y le decimos a la gente no vamos a hacerlo de nuevo cada cuatro años y en esa lógica de traer a la memoria hoy día en un texto que queda escrito, que se puede leer, que se puede comentar, que pueden haber comentarios también, quizás más críticos, no tan benevolentes como lo hemos tenido hoy día acá, que yo sin duda agradezco. Pero esa es la idea, es cómo proyectamos los próximos cuatros años y quiero, leer en esa misma lógica, cada cierto tiempo, cuando ordeno en mi casa, encuentro este texto. Y este texto tiene letra de mi padre -efectivamente quien me llevó a la política- y es sobre el pensamiento cristiano en la acción política. Y es un texto de Eduardo Frei, que en esta lógica del registro escribió de puño y letra, mi papá, y dice: Debe hacerse lo bueno, aunque momentáneamente se considere impopular. El tiempo nos dará la razón. Es esa la responsabilidad del dirigente. En eso radica nuestra honradez política.
Yo siempre vuelvo a este texto, cuando me toca enfrentar situaciones que son difíciles y porque creo que hoy día más que nunca la política lo que tiene que hacer es eso. Como nos hacemos cargo y lo que yo planteé en el funeral de Alwyn -que era lo que la gente nos planteaba en la calle- pero lo hacemos con convicción. Hoy día yo quiero dejar sobre la mesa una invitación, quiero dejarnos una invitación, que es más bien una provocación. Mucha gente me dice que le preocupa mucho lo que va a pasar con nuestro país -esto es como los logros en materia de género- no tenemos nada garantizado. Avanzamos pero sabemos que son frágiles. De repente, retrocedimos como diez años en materia de inserción de las mujeres en el mercado del trabajo. En nuestro país pasa lo mismo. Que difícil es construir y que fácil puede ser destruir. Y más allá del resultado de las elecciones presidenciales hay mucha gente que dice ¿a dónde va ir nuestro país? ¿cómo ponemos atajo a esto? ¿cómo nos recuperamos?
Y eso no es una responsabilidad solamente de lo que sean electos o de la que sea electa candidata presidencial, y presidenta de Chile. Esa es una responsabilidad que tenemos todos. O sea, la reflexión es hoy día qué hacemos cada uno respecto de nuestro país. Que hacemos desde el espacio que tenemos. Eso es lo que yo quiero poner sobre la mesa. No necesitamos estar en primera fila, sino que al contrario y muchos me dice, se va de la política senadora porque no va a repostular. Al contrario, lo mío es actuar en convicción, pero ir, hacer política desde otro espacio.
Y hoy día es fundamental también. Qué hacemos ahí; cómo contribuimos cada uno desde el espacio en que estamos para un país que queremos, que tiene capacidad. Lo hemos visto ¿no es cierto? yo he tenido el gusto y estar, y lo que rescato aquí de los discursos es poder palparlo. Aquí, tanto la Paty como Paula mencionaron la cita de Humberto Maturana: "Antes de la confianza, está la honestidad. Si yo no soy honesto voy a dudar de que el otro no sea honesto y voy a desconfiar. No es la confianza lo primero sino que es la honestidad primero."
La cito y la leo nuevamente. Yo lo que hice en el funeral de Alwyn fue pedir perdón, asumimos un compromiso y después hice el llamado a confiar. Y hoy día, el llamado a mirar como cada uno de nosotros somos honestos, como los políticos hablamos con la verdad. Creo que eso es fundamental para el tiempo que viene: el ser honesto. Y el ser honesto, no solo en la política, el ser honesto en el mundo empresarial y ahí tienes el desafío de lo que vemos hoy día, nuevamente, respecto del abuso, de la colusión; el ser honesto en lo que tu le dices a la gente; la promesa que le haces. O sea, es una invitación a recuperar la honestidad, a ser cada uno de este nuestro espacio, también, un esfuerzo por reconstruir confianza, por reconstruir nuestro país.
Que distinto sería si cada uno asumiera eso con convicción, con el timón firme y siendo capaces de reconocer que el país lo construimos entre todos. Solo terminar, agradecer nuevamente, mi libro está abierto, lo puede ver quien quiera y que sea una motivación para conversar sobre los próximos cuatro años. Solamente decir que las historias se construyen, no desde nada; no hacemos todo cada cuatro años sino que es sobre lo que otros han hecho, con sus luces, con sus sombras, pero solamente si hacemos esos aprendizajes y mostramos cambios creo que vamos a poder dar garantías de sacar adelante a nuestro país en un momento en que es treméndamente crítico, así que reivindicar la política y quiero invitarlas, quiero invitarlos también a esta nueva etapa, donde probablemente va a ser desde otro espacio pero donde yo quiero seguir construyendo, con mucha fuerza y con mucha convicción la buena política. Y muchas gracias
La siguiente es una selección de cinco discursos pronunciados por la senadora de la Democracia Cristiana, Carolina Goic Boroevic, en el período que va desde su arribo a la Presidencia del Partido (2 de abril de 2016), hasta su posterior designación, por mayoría en Junta Nacional, como candidata presidencial de la colectividad para las elecciones del año 2017.
Durante el ejercicio de la presidencia de la Democracia Cristiana, así como candidata presidencial de la colectividad, la senadora Goic realizó innumerables intervenciones públicas a lo largo de todo Chile. Primero para la campaña municipal y posteriormente para la presidencial.
Evidentemente, es imposible plasmar en un documento todo ese material, pero creemos que, en los discursos seleccionados, que inician con su intervención en el funeral de Estado del ex Presidente de la República, Don Patricio Aylwin Azócar, se puede apreciar la coherencia de los principios planteados por Carolina Goic que, vistos en la perspectiva del tiempo, están más presentes que nunca en el debate público y cuyos elementos centrales han sido recogidos por actores de todos los colores políticos.
PRÓLOGO DE FELIPE BERRÍOS SJ
Hace 500 años Magallanes y El Cano pasaban por el estrecho chileno uniendo la ruta del Atlántico con el Pacifico. El viaje lo completó El Cano demostrando la redondez del mundo. Era el comienzo de un cambio de mentalidad en el ser humano, el comienzo de la globalización.
Es en la Región bautizada como Magallanes, al extremo sur de Chile, que contiene el estrecho del mismo nombre por el cual la Nao Victoria pasó en su periplo de circunvalación del mundo, es donde ha vivido, formado su familia y ejercido su carrera política Carolina Goic Boroevic.
Este Estrecho, que ensanchó el mundo, tal vez ha marcado la acción política de Carolina, pues le ha tocado ser diputada, senadora, presidenta de su partido, la Democracia Critiana, y candidata a la presidencia de Chile, siendo parte de las luchas y tensiones de un país que pasaba de una férrea dictadura a la amplitud de la democracia, en una sociedad chilena estrecha de prejuicios y temores que se ensanchaba a un mundo culturalmente diverso.
Carolina representa a esa generación de mujeres que ha tenido que abrirse espacio en una cultura machista. Ha tenido el doble desafío de cumplir las tareas políticas y formar una familia, todo bajo el ojo inquisidor de una sociedad que a las mujeres no les perdona errores. Ella es como esas flores de la Región de Magallanes, de apariencia bellas y delicadas, pero que son capaces de florecer en un clima totalmente adverso de fríos intensos y huracanados vientos.
Con esa fuerza de mujer, en el funeral de don Patricio Aylwin, le dijo a sus partidarios y a un acongojado país «Es momento en que los políticos pidamos perdón por no haber actuado a tiempo, por los abusos de poder, por la falta de ética, por haber traicionado la confianza de aquellos que representamos, sirviendo a otros intereses y no los de las familias de chilenos y chilenas...»
Junto a sus hijas y marido pudo enfrentar con entereza un cáncer que la puso para siempre en el lado de los desamparados, de los que sufren, de aquellos que el evangelio llama los favoritos de Dios.
Carolina, ha anunciado que no se repostulará a su cargo de senadora. Muchos no comprenden por qué si esto ya era una “carrera ganada” y otros creen que así se aleja del quehacer político. No es así, ella comprende que la política chilena debe buscar otras rutas de navegación, otras formas de ser y de relacionarse con la gente, que hay que refundar la manera de hacer política. Esa será su tarea y, leyendo algunos de sus discursos, que en este libro exponemos, podremos ver la motivación profunda que la guiará a ella por mares desconocidos hacia un futuro de mejor y de mayor servicio a su país.
Felipe Berríos, S.J.,
La Chimba, Antofagasta, noviembre 2020.
En la presentación intervinieron Paula Narváez, Carolina Toha y Patricia Stambuk.
El libro puedes descargarlo aquí