SANTIAGO DE CHILE, 25 (ANSA)- Científicos chilenos buscan especies no conocidas hasta ahora que puedan contribuir a enfrentar la sequía y el cáncer, en el marco de la quincuagésima primera Expedición Científica Antártica (ECA) que organiza el Instituto Antártico Chileno (Inach).
La misión pionera a nivel latinoamericano la integran 387 científicos y académicos de prestigiosas universidades nacionales, contando con el apoyo logístico de la Armada de Chile.
Con una inusual acumulación de nieve y una sensación térmica que llega hasta los 18° bajo cero, cuando en esta época de clima más benévolo, un primer grupo de 15 profesionales se encuentra ejecutando cinco proyectos investigativos en bahía Margarita, al oeste de la península Antártica, a 1.600 kilómetros de distancia de Punta Arenas, en línea recta. Llegaron a bordo del rompehielos de la Armada Oscar Viel, única forma de acceder a unos de los puntos más remotos y extremos del mundo, donde buscarán confirmar la presencia de nuevas especies en el lugar, confinadas por 20 millones de años de evolución, las cuales serán sometidas a análisis moleculares para confirmar su identidad.
"Se están haciendo ensayos con hongos antárticos, que viven asociados a las raíces de la plantas y que pueden facilitar y disminuir el consumo de agua en el desierto y enfrentar así la sequía en el norte. Del mismo modo hay aplicaciones para combatir el cáncer y otros adelantos en la industria de la biotecnología", dijo Marcelo Leppe, jefe del departamento científico de Inach.
Andrés Mansilla, doctor en botánica de la Universidad de Magallanes (Umag), quien hace dos temporadas estudia las especies de algas cafés existentes en la región, busca explicar su evolución en los ambientes polares y en tiempos de variaciones climáticas. Esta actividad corresponde a uno de los estudios pioneros en abordar la flora marina en latitudes sur (68 grados de latitud Sur) y sus diferencias y similitudes con las que se ubican en la subantártica y circumpolar.
Uno de los hallazgos importantes en esta área da cuenta de posibles nuevas especies no referidas anteriormente para el continente helado, las que deben ser sometidas a análisis moleculares para confirmar su identidad.
Mientras los investigadores de la UMAG continúan sus exploraciones de la flora marina antártica, los estudiantes de doctorado Pablo Villarreal y Mario Carrasco, de la Universidad de Chile, trabajan con la biodiversidad de levaduras aisladas desde el territorio antártico y sus posibles aplicaciones biotecnológicas en variados sectores industriales. "Las diferentes adaptaciones que presentan los organismos que viven y toleran las condiciones extremas presentes en el continente Antártico, de frío y elevada radiación ultravioleta, presentan gran potencial biotecnológico. Enzimas activas a bajas temperaturas, proteínas anticongelantes que bajan el punto de fusión del agua y diferentes metabolitos fotoprotectores son posibles encontrar en las levaduras", señalaron.
El tercer proyecto corresponde al de las doctoras Patricia Sáez y Carolina Sanhueza, de la Universidad de Concepción, quienes junto a profesionales de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (Umce) y Universidad de Chile se encuentran acampando en la Isla Lagotellerie, en Bahía Margarita, donde desarrollan investigaciones sobre líquenes, hongos, levaduras y plantas vasculares.
Desde el Centro de Estudios Avanzados en Zonas Aridas (CEAZA) de La Serena, Rómulo Oses y Cristián Fardella desarrollan investigaciones en el marco de un proyecto postdoctoral con el objetivo de evaluar los efectos de los hongos endófitos de Deschampsia antarctica -o pasto antártico- sobre el desempeño ecofisiológico y respuesta bioquímica bajo escenarios actuales y de cambio climático global futuro en la Antártica.
El biólogo Reinaldo Vargas y el licenciado Cristian Michea, de la Umce, trabajan en aspectos relacionados con la evolución de sistemas simbióticos en hongos liquenizados.
Para esta actividad la estadía en la isla Lagotellerie permitió el establecimiento de uno de los puntos más australes en un gradiente latitudinal que parte en la región de Coyhaique y que continúa hasta casi los 80° Sur, en Antártica continental.
Para el vicerrector de Investigación y Desarrollo de la U. de Concepción, Bernabé Rivas, la Antártida "es un modelo, para explicar y entender el desarrollo de la vida en condiciones extremas, conocimiento del que pueden surgir soluciones a problemas aún no resueltos".
MBA-FM/MRZ
25/01/2015 19:18
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