Una interesante polémica se ha gestado por la posibilidad de exportar agua proveniente de la Patagonia hacia Qatar. Algunos pensaron que se iban a intervenir áreas protegidas y glaciares. Esto demuestra la especial sensibilidad y valoración del agua.
Hechas las averiguaciones existen 2 emprendimientos en la región de Aysén que embotellan agua en predios particulares aledaños a parques nacionales, para competir en un mercado nacional e internacional que alcanza a 20.000 MUS$ al año. Las hermosas botellas están diseñadas especialmente para competir en un público sofisticado. Uno de los proyectos considera además llevar agua a granel a zonas en que este recurso es escaso como la región de Atacama y otros países desérticos del mundo.
El valor creciente del agua queda en evidencia ya que un litro embotellado tiene un valor superior a un litro de bencina. Lo importante es garantizar el que estos recursos se mantengan en condición de renovables con el respeto a los ciclos hidrológicos correspondientes y que no ocasionen un impacto o daño ambiental. En la Patagonia Chilena y en su vertiente occidental medimos la precipitación por metros.
Uno de estos proyectos denominado Ice Swan tiene un agua glaciar premium en que la botella de 750 cc cuesta entre 4.000 y 6.000 pesos. Esta es producida con música especial y de acuerdo a las importantes investigaciones de Masaru Emoto, los cristales que forman se corresponden con una alta armonía. Este emprendimiento se sitúa en el fiordo al lado del Parque Nacional Queulat que es atravesado por el Camino Longitudinal Austral.
El otro proyecto se denomina Waters of Patagonia con la marca Crevasse, que significa grieta glaciar y cuya botella de medio litro vale 7.000 pesos. Además de la pureza de origen, tiene el atractivo que fechan el agua según el año en que se haya producido la precipitación. Como dice su difusión uno puede escoger agua del Siglo X o del Renacimiento. Estos tipos de proyectos incentivarán a otras comunidades y personas locales, y demuestran el alto valor de tener áreas silvestres protegidas y contar con un territorio cada vez más valorado a nivel nacional e internacional, cuyos productos y servicios tienen garantizado un sello de origen que les da un mayor valor que cualquier megaproyecto que lo dañe irreversiblemente.
Un tema de fondo eso sí es rescatar las aguas para las comunidades y emprendimientos locales en las distintas cuencas de Chile. Esto se puede realizar como lo he planteado en una Reforma Constitucional a través del Manejo Integrado de Cuencas, en la cual se definen las aguas para objetivos turísticos, recreativos, de riego, pequeñas y medianas centrales y de conservación.
Diario de Aysén
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