15th June 2012
The Antarctic Treaty system ensures protecting the unique Antarctic environment is a fundamental consideration in the planning and conduct of all activities in Antarctica.
The Protocol on Environment Protection to the Antarctic Treaty (Madrid Protocol), which was adopted in 1991 and entered into force in 1998, provides comprehensive protection of the Antarctic environment and designates Antarctica as a natural reserve, devoted to peace and science.
It puts in place environmental principles to guide all activities in Antarctica, prohibits mining and mineral exploration and includes annexes relating to:
- environmental impact assessment
- conservation of fauna and flora
- waste disposal and waste management
- prevention of marine pollution
- area protection and management
- liability arising from environmental emergencies.
Current priorities of the CEP include:
- preventing the introduction of non-native species to Antarctica
- managing the environmental implications of climate change
- improving understanding of how Antarctic tourism interacts with the environment
- addressing ongoing environmental challenges from activities conducted before the Madrid Protocol entered into force, including the clean-up of past waste disposal sites and abandoned facilities
- the methodical development of a suite of Antarctic protected areas
La protección de la Antártida
15 de junio 2012
El sistema del Tratado Antártico se asegura la protección del singular medio ambiente antártico es una consideración fundamental en la planificación y realización de todas las actividades en la Antártida.
El Protocolo sobre Protección del Medio Ambiente del Tratado Antártico (Protocolo de Madrid), que fue adoptado en 1991 y entró en vigor en 1998, ofrece una protección integral del medio ambiente antártico y designa a la Antártida como reserva natural, consagrada a la paz y la ciencia.
Se pone en lugar de principios ambientales para orientar todas las actividades en la Antártida, se prohíbe la explotación minera y minerales e incluye anexos relativos a:
- evaluación del impacto ambiental
- conservación de la fauna y la flora
- de eliminación de residuos y gestión de residuos
- la prevención de la contaminación marina
- área de protección y gestión
- responsabilidad derivada de emergencias ambientales.
Las prioridades actuales de la PAC son:
- prevenir la introducción de especies no autóctonas a la Antártida
- la gestión de las consecuencias ambientales del cambio climático
- mejorar la comprensión de cómo el turismo antártico interactúa con el medio ambiente
- abordar los actuales retos ambientales de las actividades llevadas a cabo antes de que el Protocolo de Madrid entró en vigor, incluyendo la limpieza de los últimos sitios de eliminación de residuos y las instalaciones abandonadas de
- el desarrollo metódico de un conjunto de áreas protegidas de la Antártida
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