Una vez medio instalados en la rutina diaria, hay varias cosas que debemos hacer antes de dar por terminada la campaña antártica 2011-2012.
Lo primero que hay que hacer es redactar los informes finales. De esta tarea siempre se encarga el IP (Investigador Principal), pero nosotros que hemos estado en la isla debemos de facilitarle la tarea lo máximo posible. Nosotros, los de sísmica, como somos los últimos en llegar, tenemos algo menos de tiempo que el resto, pero al final siempre lo entregamos a tiempo. El informe final consta de varias cosas, en primer lugar debemos de describir todas las actividades que hemos llevado a cabo en la isla, es decir, si el día 4 de febrero fuimos a refugio chileno a cambiar baterías, eso debe de estar reflejado en el informe, es como si dijéramos un diario de campo en toda regla. Todas las incidencias, problemas que hemos tenido, ese es el lugar de presentarlas. Nosotros además debemos incluir un boletín sísmico donde viene recogida toda la actividad sísmica que ha habido durante la campaña, con la localización de aquellos terremotos si los hubiese habido. Yo aún no había llegado a la isla, pero el día 15 de enero hubo un terremoto de una magnitud de 6.6 en Isla Elefenta, en la Antártida, nuestros sismómetros lo registraron, aunque no fue sentido, y eso también hay que incluirlo en el informe. Este año también hemos tenido que añadir todo relacionado con la estación a la que accedíamos mediante un terminal satélite: el montaje y la instalación, la ubicación del sensor, las placas solares…
La UTM (Unidad Tecnológica Marina) tiene un gran almacén en Cartagena, ya que es allí donde atracan nuestros buques oceanográficos cuando regresan de la Antártida. Allí nos guardan los equipos y tenemos que ir a por ellos. Alfonso, José Ángel y yo fuimos a recogerlos precisamente el jueves pasado, ¡toda una aventura! Ir en una furgoneta gigante y que tus compis desayunen caracoles picantes a las 10.30 de la mañana, ¡no tiene precio! Yo fui más tradicional y me comí mi tostada con zumo de naranja…
Una vez que tenemos los equipos debemos de deshacer las cajas y volver a hacer un nuevo inventario. Es como una mudanza, ¡una mudanza que empezó en la Antártida! Tenemos que comprobar que todo ha llegado bien, lo primero, y que todos los bultos que embarcamos, los tenemos. Lo primero que sacamos son las bases de datos y los ordenadores. El Comité Polar Español nos exige que junto con el informe adjuntemos los datos que hemos obtenido durante la campaña. Y después el vaciado de las cajas es poquito a poco: por una parte separamos los equipos para que sean revisados por nuestro técnico, separamos las cajas de herramientas y vemos que necesitamos para el año que viene, completamos los repuestos que teníamos de las estaciones,… Todo esto se alarga prácticamente hasta el inicio de la próxima campaña, hasta el día antes de volver a embarcar todo en Las Palmas para que vuelva a la Antártida, es verdaderamente un trabajo bastante tedioso.
¿Pensabais que aquí acaba todo?
El día 4 tuvimos la reunión de final de campaña en Madrid y ahí sí, ahí le dije el adiós definitivo a la campaña antártica 2011-2012 y le pasé el relevo a mis compañeros del año que viene, pero eso: ¡¡ya os lo contaré!!
El Correo
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