Eduardo Lobos integra la Fuerza Aérea Argentina y desde el 28 de octubre forma parte de la dotación que presta servicios en la Antártida.
Publicado el 26/05/2012 - En medio de la nieve, en donde la temperatura se mantiene entre los -10º y -17º, el amor por la Patria parece ser más ferviente. “Tal vez sea porque la naturaleza une los colores de la bandera y eso hace que se respire otro clima y que cada una de las cosas se vivan con más emoción”, dijo en diálogo con EL LIBERAL Eduardo Lobos, el santiagueño nacido en Villa Robles, que por primera vez vivió la experiencia de participar en el acto del 25 de Mayo en la Antártida, integrando la dotación de la Base Marambio.
Ayer, los 70 integrantes de la Base Antártica conmemoraron la Revolución de Mayo con un emotivo acto, en el que entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino y posteriormente el Comodoro Enrique Videla, jefe de la Base brindó sentidas palabras alusivas a la fecha.
Mientras tanto, Lobos, quien tuvo el orgullo de formar parte de la celebración, también se encargó de preparar del desayuno y el almuerzo para todos los presentes, ya que desde la Fuerza Aérea Argentina fue nombrado integrante de la Dotación 43, que partió hace casi un año al continente blanco, para integrar el grupo del personal que se desempeña en el comedor de la institución.
“Para celebrar esta fecha tan especial se hizo una formación con todo el personal militar y toda la comunidad de la Base Marambio. Participamos con gran emoción del acto, como cada una de las cosas que se viven en este lugar. Y yo en particular, junto a mi compañero mendocino, preparamos facturas, churros, chocolate, que luego compartimos entre todos los presentes”, contó Eduardo Lobos.
Por su parte, el Comodoro Videla también se encargó de definir el aire que se respira en el sur, en los días festivos. Según explicó, estas fechas en la Antártida reviven el espíritu patrio de todos, y la hermandad con la que se relaciona la comunidad transforma en único el lugar.
“Hacemos Patria en donde estamos y en este lugar es especial. La gente vive desde el corazón todas las conmemoraciones que tienen que ver con la historia argentina. En este lugar, todo lo que sea patrio se vive con las emociones, el amor y la pasión a flor de piel. Vivir en la Antártida es vivir en otro planeta, dentro del nuestro. Es algo inexplicable”’, expresó Videla.
Entre la pasión y el deber
Mientras este clima se percibía ayer, Lobos no abandonaba su labor y en cada uno de sus actos ponía más pasión que la habitual. Es que la Antártida estaba de fiesta y él debía agasajar a los presentes como lo sabe hacer.
Su vida
Si bien es la primera vez que Eduardo puede participar de un acto del 25 de Mayo en la Antártida, el santiagueño nacido en Villa Robles (Departamento Robles) y radicado desde hace años en Monte Grande (Buenos Aires), anteriormente estuvo en la Base Marambio integrando un grupo de trabajo, a través del cual realizaba actividades de mantenimiento en el lugar.
Sin embargo, su meta era otra. Con un objetivo de vida planteado, Lobos luchó hasta que su oportunidad de volver conformando una dotación se cumplió el pasado 28 de octubre, día en el que el santiagueño sintió haber realizado un sueño anhelado desde hace muchos años.
“Es la segunda vez que vengo. La primera vez que vine fue con el grupo de trabajo, pero ahora vine como parte de la Dotación 43, que era mi objetivo. Siempre quise integrar este grupo. Con mucho sacrificio y entrega en cada paso que daba en mi trabajo pude concretar mi sueño”, comentó.
Su experiencia en el sur finalizará el próximo 28 de octubre ya que la dotación deberá regresar a la Fuerza Aérea Argentina una vez cumplido el año de servicio.
Experiencia
Mientras tanto Lobos guarda cada una de sus vivencias en su corazón, y las recuerda cada vez que hay una oportunidad.
“Hacemos muchos trabajos en el interior de la base teniendo en cuenta el frío que hace. A veces cuando hay mucho viento no se puede salir, así que cumplimos con nuestro deber adentro. Pero es todo muy cálido, el trato con la gente que se encuentra en el lugar, el aire que se respira... todo. Una cosa es decirlo con palabras y otra es estar aquí”, explicó Eduardo Lobos.
En su memoria
Al hacer un análisis de lo que es la experiencia en la Antártida integrando el personal de la Dotación 43 de la Fuerza Aérea Argentina, Eduardo destacó el profesionalismo con el que se debe trabajar para lograr el objetivo que, en este caso, es nada más ni nada menos que “hacer Patria”.
“Estamos muy emocionados y particularmente por el sólo hecho de formar una dotación con la que vinimos a hacer Patria, ya que por ello dejamos quizás nuestras familias. Es todo muy sentido, todo lo que se hace una vez que ingresas a la Fuerza Aérea nace desde el corazón. Nos entregamos a lo que nos gusta, a nuestro deber”.
el Liberal
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