Coyhaique-. “Nuestro compromiso y apuesta familiar están enfocados hacia la sustentabilidad de nuestra región. La idea de implementar energías renovables no convencionales forma parte del proyecto de convertir a nuestro restorán en un establecimiento ecoeficiente”.
Con estas palabras Miriam Chible Contreras, propietaria del tradicional Restorán Histórico Ricer de Coyhaique, explicó el proyecto de instalación de paneles fotovoltaicos en el techo del local y que fuera presentado esta mañana en el Paseo Horn de la ciudad.
La inciativa fue financiada con recursos del fondo Capital Semilla Empresas del Servicio de Cooperación Técnica por un monto que superó los 8 millones de pesos, incluido en éste el aporte privado.
En la ocasión el consultor Juan Antonio Bijit, cuya empresa Eólico Solar Aysén fue la encargada de adquirir e instalar los paneles, explicó que “cuando hay energía fotovoltaica producto del sol, se genera esta energía y se transfiere directamente a la red interna” con lo cual se evita la utlilización de baterías para la operación del sistema. El proyecto incluye 24 paneles de 75 watts, en tres módulos que generan en total 1.500 watts con luz solar óptima. “Esa energía es transferida vía inversores especiales a la red interna de manera sincronizada” explicó el Bijit.
La representante de Sercotec, Macarena Hereme, destacó en la oportunidad varias iniciativas vinculadas que ha financiado en el servicio.
Miriam Chible explicó que esta inversión es un paso más de los que han dado para ser coherentes con la mirada de sustentabilidad que tienen en la empresa familiar, lo que además les permite fortalecer una imagen diferenciadora. “Ya hemos implementado llaves de agua de corte rápido, tenemos luces led, sensores de movimiento para la iluminación, compramos leña certificada y reacondicionamos la parrilla para darle un uso de calefacción, cocción de carnes a las brasas y plancha para sandwiches” señaló en la ocasión. Todo esto con el fin de avanzar cada día más en la idea de convertirse en un restorán “ecoeficiente”.
Además, en términos de sustentabilidad, “reutilizamos los envases y privilegiamos los productos y la cocina regional, contratamos preferentemente a trabajadores de la región, tenemos un pequeño museo regional y apoyamos múltiples iniciativas que están relacionadas con el rescate de las costumbres y tradiciones aiseninas, y la protección de los ecosistemas únicos de la Patagonia, través de onces, cenas o facilitando gratuitamente el uso del segundo piso, especialmente en invierno” explicó Miriam Chible.
Durante los próximos dos años invertirán en termopaneles para el primer y segundo, un sistema de recolección de aguas lluvias para inyectar a la red de baños y lavado de loza, además de comenzar en paralelo a montar pequeños jardines con plantas autóctonas en los techos del local, por ejemplo en el que da hacia la galería Torres del Río.
“Todo esto tiene que ver con una mirada. Es la forma de avanzar de cada uno de nosotros, a escala lo más humana posible, con eficiencia en nuestras empresas y también en nuestras casas. Es una manera de buscar formas de ahorro” explicó la empresaria. “Nuestro corazón está puesto en la coherencia que debe existir entre lo que pensamos y queremos para nuestra región y la forma de hacer empresa. Así yo veo la responsabilidad social empresarial, como un deber con la región que me vio nacer a mí y a mi familia” concluyó.
El Divisadero
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