La científica del Centro IDEAL, Dra. Marie-Laure Guillemin, se encuentra realizando una investigación que muestra que algas que estaban agrupadas bajo el mismo nombre, en realidad, pertenecen a especies diferentes.
En las zonas sub-antártica y antártica existen algas que estaban agrupadas bajo el mismo nombre, pero que en realidad pertenecen a especies diferentes. Esa es una de las principales conclusiones de un estudio genético que se encuentra realizando la científica del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes, Dra. Marie-Laure Guillemin.
La investigación de la Dra. Guillemin tiene como principal objetivo responder cuál ha sido el impacto que ha generado en las poblaciones de algas, los grandes eventos históricos desde los últimos 40 millones de años en el área sub-antártica y la Antártica, considerando, por ejemplo, los cambios tectónicos y las glaciaciones. Para ello, se ha centrado en el análisis de seis algas rojas (Porphyra, Pyropia, Wildemania, Gigartina, Iridaea y Plocamium) y una café (Adenocystis).
“En los siete géneros de algas estudiados, encontramos nuevas especies. Desde los últimos años, la genética ha revelado una gran diversidad escondida en las algas y este estudio muestra que en Chile y en la Península Antártica desconocemos parte de esa diversidad presente en la zona”, explica la Dra. Guillemin.
Además, la investigadora pretende determinar desde hace cuánto tiempo están separadas las algas de la zona antártica y sub-antártica. Una de las hipótesis que se intenta probar es el gran impacto que causaron los eventos glaciares en ambas áreas de estudio. El último de ellos, finalizó hace aproximadamente 18 mil años.
La investigación comparó muestras de algas extraídas tanto en la región de Magallanes como en la Península Antártica. A través de herramientas genéticas, que ayudaron a reconstruir una visión del pasado, se identificaron las especies crípticas, que son aquellas extremadamente similares en apariencia, sin embargo, en términos reproductivos se encuentran aisladas entre sí.
El estudio es financiado gracias a la adjudicación de un proyecto del concurso regular del Instituto Antártico Chileno (INACH) y es la continuación de una investigación que comenzó el 2013 y fue realizada por la UACh en conjunto con la UMAG .
“Este estudio nos muestra que la diversidad de algas que conocíamos en Magallanes y la Antártica es mucho mayor de lo que se pensaba y, por lo tanto, que nuestra visión de la distribución y del nivel de endemismo tiene que ser revisado. Indagar en el funcionamiento de estas especies permitirá entender cómo los cambios ambientales han afectado a lo largo de la historia”, concluye.
IDEAL
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