El agujero en la capa de ozono antártica ha alcanzado este mes uno de sus mayores tamaños de la historia. Según reportan los científicos de la NASA, el 2 de octubre de 2015 se expandió a su punto máximo: 28,2 millones de kilómetros cuadrados, un área mayor que América del Norte.
Los científicos de la NASA y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica señalan que el agujero de la capa de ozono sobre la Antártida, que normalmente alcanza su área de pico anual entre mediados de septiembre y principios de octubre, se ha formado más lentamente este año, pero se ha expandido rápidamente cubriendo un mayor área de valores bajos de ozono que en los últimos años.
Según los científicos, la capa de ozono de la Tierra está en camino de recuperación, pero los residentes del hemisferio sur tienen que estar en alerta ante los altos niveles de UV las próximas semanas.
El científico principal de la División de Investigación de la Atmósfera y el Medio Ambiente de la Organización Meteorológica Mundial, Geir Braathen, explicó en un comunicado: "Esto nos muestra que el problema del agujero de la capa de ozono está todavía presente y tenemos que permanecer atentos. Pero no hay motivo para una alarma excesiva".
"No obstante, podemos seguir viendo grandes agujeros de ozono en la Antártida hasta alrededor del 2025, debido a las condiciones climáticas en la estratosfera y porque los productos químicos destructores del ozono permanecen en la atmósfera durante varias décadas después de haber sido eliminados", agregó Braathen.
Annual Antarctic Ozone Hole Larger and Formed Later in 2015
The 2015 Antarctic ozone hole area was larger and formed later than in recent years, said scientists from NASA and the National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA).
On Oct. 2, 2015, the ozone hole expanded to its peak of 28.2 million square kilometers (10.9 million square miles), an area larger than the continent of North America. Throughout October, the hole remained large and set many area daily records. Unusually cold temperature and weak dynamics in the Antarctic stratosphere this year resulted in this larger ozone hole. In comparison, last year the ozone hole peaked at 24.1 million square kilometers (9.3 million square miles) on Sept. 11, 2014. Compared to the 1991-2014 period, the 2015 ozone hole average area was the fourth largest.
“While the current ozone hole is larger than in recent years, the area occupied by this year’s hole is consistent with our understanding of ozone depletion chemistry and consistent with colder than average weather conditions in Earth’s stratosphere, which help drive ozone depletion,” said Paul A. Newman, chief scientist for Earth Sciences at NASA's Goddard Space Flight Center in Greenbelt, Maryland.
The ozone hole is a severe depletion of the ozone layer above Antarctica that was first detected in the 1980s. The Antarctic ozone hole forms and expands during the Southern Hemisphere spring (August and September) because of the high levels of chemically active forms of chlorine and bromine in the stratosphere. These chlorine- and bromine-containing molecules are largely derived from man-made chemicals that steadily increased in Earth’s atmosphere up through the early 1990s.
“This year, our balloon-borne instruments measured nearly 100 percent ozone depletion in the layer above South Pole Station, Antarctica, that was 14 to 19 kilometers (9 to 12 miles) above Earth’s surface,” said Bryan Johnson, a researcher at NOAA’s Earth System Research Laboratory in Boulder, Colorado. “During September we typically see a rapid ozone decline, ending with about 95 percent depletion in that layer by October 1. This year the depletion held on an extra two weeks resulting in nearly 100 percent depletion by October 15."
The ozone layer helps shield Earth from potentially harmful ultraviolet radiation that can cause skin cancer, cataracts, and suppress immune systems, as well as damage plants. The large size of this year’s ozone hole will likely result in increases of harmful ultraviolet rays at Earth’s surface, particularly in Antarctica and the Southern Hemisphere in the coming months.
Ozone depletion is primarily caused by man-made compounds that release chlorine and bromine gases in the stratosphere. Beginning in 1987, the internationally agreed-upon Montreal Protocol on Substances that Deplete the Ozone Layer has regulated these ozone-depleting compounds, such as chlorine-containing chlorofluorocarbons used in refrigerants and bromine-containing halon gases used as fire suppressants. Because of the Protocol, atmospheric levels of these ozone depleting compounds are slowly declining. The ozone hole is expected to recover back to 1980 levels in approximately 2070.
This year, scientists recorded the minimum thickness of the ozone layer at 101 Dobson units on October 4, 2015, as compared to 250-350 Dobson units during the 1960s, before the Antarctic ozone hole occurred. Dobson units are a measure of the overhead amount of atmospheric ozone.
The satellite ozone data come from the Dutch-Finnish Ozone Monitoring Instrument on NASA’s Aura satellite, launched in 2004, and the Ozone Monitoring and Profiler Suite instrument on the NASA-NOAA Suomi National Polar-orbiting Partnership satellite, launched in 2011. NOAA scientists at the South Pole station monitor the ozone layer above that location by using a Dobson spectrophotometer and regular ozone-sonde balloon launches that record the thickness of the ozone layer and its vertical distribution. Chlorine amounts are estimated using NOAA and NASA ground measurements and observations from the Microwave Limb Sounder aboard NASA’s Aura satellite. These satellites continue a data record dating back to the early 1970s.
EL AGUJERO DE LA CAPA DE OZONO EN LA ANTÁRTIDA, CERCA DE SU MÁXIMO HISTÓRICO
- Pero la ONU afirma que "no hay motivo" para la alarma. La superficie del agujero de la capa de ozono en la Antártida ha alcanzado un promedio de 26,9 millones de kilómetros cuadrados en los últimos 30 días, lo que supone la tercera medición más grande desde que la NASA iniciara las observaciones en 1979, y alcanzó su máxima extensión este año el pasado 2 de octubre, con 28,2 millones de kilómetros cuadrados, esto es, un nuevo récord histórico de ese día en los últimos 26 años.
Así lo asegura la Organización Meteorológica Mundial (OMM), agencia de las Naciones Unidas, en su último boletín informativo, donde explica que ello se debe a las temperaturas más frías de lo habitual en la estratosfera, que varían cada año, por lo que en ocasiones el agujero de la capa de ozono es relativamente pequeño y en otras, relativamente grande, si bien precisó que esta situación “no revierte la recuperación proyectada a largo plazo para las próximas décadas”.
"Esto nos muestra que el problema del agujero de ozono está todavía con nosotros y tenemos que permanecer vigilantes, pero no hay motivo para una alarma indebida", precisó Geir Braathen, científico de la División de Investigación de la Atmósfera y el Medio Ambiente de la OMM.
Braathen explicó que el Protocolo de Montreal de 1987, relativo a la reducción y producción de las sustancias que agotan la capa de ozono, como los clorofuorocarbonos (CFC), que solían encontrarse en equipos de refrigeración, se ha desarrollado ampliamente y la industria ha desarrollado sustitutivos “inocuos”, con lo que la acumulación total mundial de sustancias destructoras del ozono se ha ralentizado y ha comenzado a disminuir.
Braathen explicó que el Protocolo de Montreal de 1987, relativo a la reducción y producción de las sustancias que agotan la capa de ozono, como los clorofuorocarbonos (CFC), que solían encontrarse en equipos de refrigeración, se ha desarrollado ampliamente y la industria ha desarrollado sustitutivos “inocuos”, con lo que la acumulación total mundial de sustancias destructoras del ozono se ha ralentizado y ha comenzado a disminuir.
De hecho, indicó que se espera que la recuperación sustancial de la capa de ozono se produzca a mediados de este siglo, aunque sobre la Antártida será más tarde, probablemente alrededor de 2070.
"El Protocolo de Montreal está en su lugar y está funcionando bien. Pero podemos seguir viendo grandes agujeros de ozono de la Antártida hasta cerca de 2025 debido a las condiciones climáticas en la estratosfera y porque los productos químicos que agotan el ozono permanecen en la atmósfera durante varias décadas después de haber sido eliminados", apuntó.
AGOTAMIENTO DEL OZONO
La capa de ozono estratosférico, que se encuentra a unos 25 kilómetros de altitud, nos protege de los rayos dañinos del sol. El agotamiento del ozono, que tiene lugar cada año durante la primavera del hemisferio sur, está provocado por temperaturas frías extremas en la estratosfera y la presencia de gases que lo destruyen en la atmósfera, como el cloro y el bromo.
Durante el invierno en el hemisferio sur, la atmósfera sobre el continente antártico está sometida a intercambios de aire de latitudes medias por los vientos conocidos como vórtice polar, que se caracteriza por temperaturas muy bajas que atraen las llamadas nubes estratosféricas polares.
En la medida en que llega la primavera polar en septiembre o en octubre, la combinación del regreso de la luz solar y la presencia de nubes estratosféricas polares conduce a una liberación de radicales de cloro altamente destructores que agotan el ozono.
En la medida en que llega la primavera polar en septiembre o en octubre, la combinación del regreso de la luz solar y la presencia de nubes estratosféricas polares conduce a una liberación de radicales de cloro altamente destructores que agotan el ozono.
Este año, la disminución del ozono comenzó relativamente tarde porque el vórtice polar se mantuvo en la noche polar del pasado julio y en la mayor parte de agosto. Cuando el sol salió de nuevo a la región antártica a finales de agosto, la estabilidad del vórtice trajo bajas temperaturas en la estratosfera y una superficie superior a la media de ácido nítrico en las nubes estratosféricas polares hasta septiembre.
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