Barcelona, 8 nov (EFE).- Investigadores de las universidades de Barcelona (UB), Alcalá
de Henares (UAH), Autónoma de Madrid (UAM), de Harvard y del Instituto Español de
Oceanografía (IEO) estudiarán este invierno en una nueva campaña de investigación en
la Antártida la posible utilidad farmacológica de productos del fondo marino antártico.
El proyecto, denominado "Distantcom", está liderado por Conxita Ávila, investigadora del
Departamento de Biología Animal y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad de
la UB (IRBio) y tiene por objetivo estudiar los ecosistemas y los invertebrados del fondo
antártico e identificar las moléculas que intervienen en sus relaciones y evaluar su
posible uso farmacológico.
El equipo de investigación se trasladará a la base antártica Gabriel de Castilla, instalada
en la isla Decepción, en el archipiélago de las Shetland del Sur, y durante tres meses
estudiará la ecología química, la filogenia, la filogeografía y la ecología trófica de los
invertebrados en el continente antártico.
Buena parte de la campaña se desarrollará también a bordo del buque oceanográfico
Hespérides, en el que recogerán muestras de diferentes zonas de la península antártica
y las islas adyacentes utilizando equipos de buceo con trajes secos preparados para
aguantar temperaturas bajo cero.
Según ha explicado Ávila, "en este proyecto intentaremos conocer mejor cómo viven los
animales del fondo antártico: qué relaciones tróficas tienen, es decir, quién se come a
qué, qué relaciones simbióticas presentan o qué contaminantes acumulan".
"Pretendemos -ha añadido la investigadora- conocer también sus relaciones de
parentesco, a fin de construir el árbol genealógico de algunas especies, y qué factores
han condicionado su distribución actual".
Según Ávila, conocer esta información sobre las características ecológicas de las
especies es importante ya que entre otras cosas permite detectar cambios en el
ambiente de manera indirecta, una información que podría ser relevante también en
relación con el cambio climático.
Durante el proyecto también investigarán la ecología química de estos invertebrados y
las potenciales aplicaciones farmacológicas de sus moléculas.
"Intentaremos averiguar qué defensas químicas utilizan para repeler los depredadores,
para hacerse sitio o para mantenerse limpios y evitar que se les adhieran organismos en
la superficie", ha puntualizado Ávila.
Según la bióloga, "estos productos químicos también pueden tener una actividad
biológica potencialmente útil en forma de medicamentos. Por poner un ejemplo, el
compuesto que impide que se extiendan las células de tu enemigo podría servir para
evitar que se desarrollen células cancerígenas".
"Hay un gran desconocimiento de la ecología de estos animales invertebrados,
fundamentalmente por las dificultades climatológicas y logísticas que conlleva el estudio
en el océano Antártico. Por eso se aprovecha el verano austral, cuando la climatología
es más favorable", ha detallado Ávila, que este año vivirá su octava campaña antártica.
Distantcom es la continuación de los proyectos Ecoquim y Actiquim, desarrollados por el
mismo equipo de investigación y liderados también por Conxita Ávila.
Este grupo de expertos de la UB y el IRBio ha hecho ya diferentes descubrimientos
significativos de invertebrados marinos en la Antártida, como el primer gusano come
huesos del género Osedax, o el anélido 'Parougia diapason', una nueva especie
descubierta en la isla Decepción en el archipiélago de las Shetland del Sur, en el océano
Antártico.
La Vanguardia
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