Una sociedad
que no hace un sitio a la familia
es inmoral.
Predicamos a los esposos:
tened hijos,
pero en realidad deben ser heroicos
para poder tenerlos.
Hay un problema de moral social
que es más grave
que el problema de moral individual:
la vida debe estar organizada
en tal forma que los niños
puedan llegar.
deber haber habitaciones, salarios,
higiene,
seguridad social tal
que los niños puedan llegar.
Más que a los esposos
hay que predicar a los legisladores,
a las instituciones:
haced sitio a una familia
que pueda vivir según el plan de Dios,
de lo contrario
todos nuestros esfuerzos
están condenados al fracaso,
como lo vemos constantemente.
Y creo que en esto
no hemos insistido bastante
ni los moralistas ni los sacerdotes.
Buscamos soluciones individuales
a problemas que son sociales,
como buscamos soluciones nacionales
a problemas que son internacionales
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