NUEVA YORK (Viernes 23 y sábado 24 de septiembre): El ciclo de películas “América Latina Rebelde” muestra distintos momentos de las luchas que se han desarrollado en la región a lo largo de los años para conquistar espacios de libertad, mejoras laborales y avances sociales.
La conquista de América ha sido solo el comienzo de una larga pugna entre el poder y sectores de las poblaciones; muchas han sido las protestas, los paros, las manifestaciones que han marcado la vida de indígenas y colonizadores, trabajadores inmigrantes y propietarios, esclavos y patrones, movimientos ciudadanos y dictadores. El cine ha dejado testimonio de estas batallas reviviendo las del pasado y documentando las del presente.
Grande ha sido la habilidad de los artistas latinoamericanos en capturar cambios importantes en las sociedades, el heroísmo de las personas y las atrocidades que han perpetrado los poderes políticos, económicos y militares.
El realizador argentino Héctor Olivera en su hermosa película La Patagonia Rebelde, basada en el libro Los Vengadores de la Patagonia Trágica, del anarquista Osvaldo Bayer, libro que fue prohibido y, cuando finalmente pudo ser publicado, se transformó rápidamente en un best seller, narra la historia de un paro que llevaron adelante los trabajadores de la madera en la Patagonia en 1920. En su mayoría eran inmigrantes y tras su protesta fueron bárbaramente masacrados por el Ejército enviado por el Presidente Hipólito Irigoyen.
Vice Versa
Vice Versa
La Patagonia rebelde; Hector Olivera (1974).
Buenos Aires, enero de 1923, durante la presidencia de Marcelo T. de Alvear; se produce el asesinato del Comandante Zavala a manos de un hombre de nombre desconocido. Luego de esto se produce un 'racconto' de lo acontecido antes del suceso, y mediante el cual se desarrolla la historia, comprendida en un período estimado entre 1920 y 1923.
Sobre el libro: "Los vengadores de la Patagonia Trágica", de Osvaldo Bayer
Ante la injusta situación económica reinante, las sociedadas obreras de Puerto San Julián y Río Gallegos, afiliadas a la FORA (Federación Obrera Regional Argentina) comunista, la cual es dominada por los anarcosindicalistas (para distinguirla de la "FORA del 9º Congreso") y los sindicalistas revolucionarios, deciden impulsar una campaña de sindicalización de peones de la Patagonia argentina, esquiladores y otros asalariados. La respuesta de los estancieros y terratenientes es extremadamente dura, con despidos, violencia y amenazas. La simple elaboración de petitorios por parte de los peones da lugar a represalias. Esto conduce a la intensificación del conflicto, lo cual conduce a la rebelión de los trabajadores hacia los patrones y las instituciones estatales.
El gobierno de Hipólito Yrigoyen intenta negociar al principio, enviando para este fin al Teniente General Hector Benigno Varela, quien busca la concordia entre las partes. Esta es lograda por un breve tiempo, gracias a la creación de un nuevo Estatuto del Peón Rural. Pero cuando el conflicto recrudece luego de una conspiración llevada a cabo por el gobierno provincial y la elite estanciera, el gobierno nacional es instigado a enviar por segunda vez a Varela, quien regresa a la Patagonia con una mayor dotación de militares y un objetivo distinto: aniquilar a sangre y fuego a la rebelión.
La película mezcla el drama con el cine histórico y de acción (spaghetti western), y fue dirigida por Héctor Olivera. El guión fue escrito por Olivera, Fernando Ayala y Bayer.
El relato comienza 27 de enero de 1923, un año después de la finalización de la matanza en Santa Cruz, llegó el final para Varela. Cuando salía de su casa, Kurt Gustav Wilckens, un obrero alemán de ideas anarquistas, le arrojó una bomba y le disparó cuatro tiros, emulando los cuatro tiros que ordenaba dar el mismo Varela.
SOBRE EL FINAL DE LA PELÍCULA:
El escritor Osvaldo Bayer, autor del libro en el que se basa la película "Los vengadores de la Patagonia trágica", expresó recientemente que el final original del guion de La Patagonia rebelde -en el que colaboró junto a Ayala y Olivera- era diferente al que se realizó para el estreno del film, el cual, por presiones del Ejército Argentino, tuvo que ser descartado y cambiado por la famosa escena de la fiesta de agradecimiento al Teniente General Zavala: "La otra decepción es el verdadero final para La Patagonia Rebelde. Héctor Olivera respetó el libro, cada escena está basada en testimonios y una documentación científicamente histórica, lo digo así para que se entienda. En el rodaje, recibimos la visita del Ejército, nos informaron que si se mantenía el final del guion, el estreno se suspendía. ¿Cuál era? Tras los fusilamientos a los pobladores, y según consta en los archivos policiales, el 17 de febrero de 1922 los soldados fueron al prostíbulo La Catalana de San Julián en Santa Cruz. Las cinco mujeres de aquella casa de citas se negaron a tener trato con los militares, les gritaron en la cara que eran unos asesinos. ¿Que unas prostitutas se negaran al uniforme de la patria? Ellos no lo iban a aceptar. Me enojé y quise abandonar, aunque se me ocurrió terminar con la fiesta donde los estancieros británicos agradecen al teniente coronel Héctor Benigno Varela el "haber cumplido con su deber". Con ese final irónico se aplaudía en el cine. Pero hay que imaginarse lo que hubiese sido la sala con el otro. La gente hubiese vivado por esas pobres mujeres: Consuelo García, Angela Fortunato, Amalia Rodríguez, María Juliache y Maud Foster." (En http://www.pagina12.com.ar/diario/sup...)
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