viernes, 15 de enero de 2016

ANTÁRTICA: Las Fuerzas Armadas chilenas apoyan la investigación científica en la Antártica


Dirigidas por el rompehielos “Almirante Oscar Viel”, las Fuerzas Armadas de Chile proporcionaron apoyo para la 69.ª Campaña Antártica. [Foto: Instituto Antártico Chileno]
Dirigidas por el rompehielos “Almirante Oscar Viel”, las Fuerzas Armadas de Chile proporcionaron apoyo para la 69.ª Campaña Antártica. [Foto: Instituto Antártico Chileno]

Las Fuerzas Armadas de Chile están proporcionando apoyo logístico y operativo para 54 proyectos científicos en el marco de la 69.ª Campaña Antártica, la cual tiene programado su fin para el 30 de abril.
El Instituto Antártico Chileno (INACH), un organismo científico dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores, coordina, planifica y ejecuta actividades científicas y tecnológicas para Chile en la Antártica durante la campaña. En contrapartida, las tres ramas de las Fuerzas Armadas —conjunta o individualmente— son responsables del despliegue de recursos para realizar las tareas planificadas.
“El país tiene una posición privilegiada de entrada a la Antártica, pudiendo acceder a regiones de altísimo interés científico en temas de impacto global”, afirmó Edgardo Vega, subdirector del INACH. “Queremos que cada vez más profesionales chilenos puedan hacer más y mejor ciencia”.
Investigación sobre el cambio climático
Los proyectos científicos están relacionados con el análisis de los efectos del cambio climático y su impacto en varias especies, y con la realización de una serie de estudios sobre la atmósfera, biología molecular y nanotecnología. Las actividades científicas se incorporan a la 52.ª Expedición Científica Antártica (ECA), la cual cubrirá aproximadamente 3.000 km hasta el Glaciar Unión, situado a 1.080 km del Polo Sur.

Durante la 52.ª Expedición Científica Antártica, los investigadores analizaron los efectos del cambio climático y las adaptaciones de varias especies. [Foto: Instituto Antártico Chileno]
Durante la 52.ª Expedición Científica Antártica, los investigadores analizaron los efectos del cambio climático y las adaptaciones de varias especies. [Foto: Instituto Antártico Chileno]


La Campaña Antártica, que empezó el 20 de noviembre, está a cargo de la Tercera Zona Naval de la Armada, junto a una dotación militar y de medios de la V División del Ejército de Chile y la IV Brigada Aérea de la Fuerza Aérea de Chile (FACh). Además del apoyo al trabajo científico del INACH, la misión también comprende apoyo logístico a científicos extranjeros, traslado de material, enseres y brigadas a las bases antárticas, activación y reparación de bases estivales, mantenimiento de señalización marítima, retiro de basura, escombros y desechos, e inspección para proteger recursos vivos antárticos. “Las capacidades que posee la Armada lo hacen un apoyo logístico insustituible”, comentó el Capitán de Navío Víctor Sepúlveda, jefe de la División Antártica del Estado Mayor de la Armada.

Por tercera vez, la Fuerza Aérea de Chile ha posibilitado que el Estado Mayor Conjunto realice una expedición a la base científica nacional más aislada, el Glaciar Unión, a 1.080 km del Polo Sur. [Foto: Instituto Antártico Chileno]
Por tercera vez, la Fuerza Aérea de Chile ha posibilitado que el Estado Mayor Conjunto realice una expedición a la base científica nacional más aislada, el Glaciar Unión, a 1.080 km del Polo Sur. [Foto: Instituto Antártico Chileno]

Dos helicópteros UH-05 y cuatro buques de la Armada —el rompehielos “Almirante Oscar Viel”; el transporte “Aquiles”; el patrullero “Lautaro”; y el buque antártico OPV “Fuentealba”, que por primera vez se suma a las operaciones en la zona austral— proporcionarán apoyo y cumplirán tareas logísticas. Juntos, estos barcos transportarán más de 1.000 toneladas de carga y 2.000 metros cúbicos de combustible para las operaciones chilenas en la Antártica durante la campaña y los meses de invierno, cuando las condiciones climáticas imposibilitan que los buques acudan a la zona. El verano es la estación más apropiada para la investigación científica. Sin embargo, todavía presenta temperaturas de -15°C a -20°C, dependiendo de la zona de trabajo, y vientos superiores a los 100 km/h que agudizan la sensación térmica.
La ECA también involucra cooperación científica internacional con Alemania, Australia, Brasil, China, Estados Unidos y Holanda. Asimismo se desarrollará cooperación logística de la Armada a delegaciones de Brasil, Bulgaria, China, Corea, España, Noruega, Polonia y Portugal desplegadas en la Antártica.
Expedición Científica Antártica
La 52.a ECA tiene un presupuesto de aproximadamente 1.200 millones de pesos chilenos (alrededor de US$1,6 millones) y se realiza en tres fases. El Estado Mayor Conjunto del Ministerio de Defensa estuvo a cargo de la primera fase, la expedición Glaciar Unión, finalizada el 15 de diciembre. Fue la tercera ocasión desde la apertura de la base en 2014. Ubicada a 1.080 km del Polo Sur, la base es una de las estaciones más remotas y activas dentro del Círculo Polar Antártico, junto con la base de EE.UU. Amundsen-Scott y la base china Kunlun.
Durante la expedición Glaciar Unión, 20 investigadores de diferentes universidades nacionales ejecutaron proyectos científicos centrados en la microbiota de la región, la criósfera antártica, el cambio climático y la búsqueda de bacterias y otros organismos fotosintéticos. Personal de la dotación naval utilizó maquinaria tipo taladro para extraer núcleos de hielo milenario para estudiar las comunidades microbianas presentes en el glaciar y evaluar el impacto del cambio climático sobre el deshielo. “Las comunidades microbianas tienen una importancia relevante para el ecosistema antártico, dado que son la base de la red de interacciones entre organismos”, explicó Vega.
Durante el mes de enero, que ofrece las condiciones climáticas más apropiadas para la investigación en la Antártica, el rompehielos “Almirante Oscar Viel” está llevando a cabo la segunda etapa, que comprende las Islas Shetland del Sur, en la zona de Bahía Margarita, donde seis investigadores están estudiando la adaptación de especies de plantas y aves a condiciones de cambio climático y condiciones extremas de viento y salinidad. La última etapa de la expedición tendrá lugar en la Antártica Marítima, que incluye Bahía Margarita y la base Yelcho.
Uno de los hitos más relevantes de esta campaña fue la inauguración de la nave “Karpuj” del INACH —la primera embarcación capacitada para desarrollar experimentos científicos en el país. En diciembre y enero, la Armada probó y evaluó el barco de 25 metros para asegurarse de que estuviese preparado para operar hacia finales de enero. “[Karpuj] marca el comienzo de nuevas oportunidades para la ciencia nacional”, indicó Vega.
La embarcación, que cuenta con laboratorios a bordo, puede transportar cargamento y un grupo pequeño de personas. También es el primer buque científico con base en la Antártica que puede ser utilizado para realizar proyectos científicos durante todo el año.
Preparación previa
La V División del Ejército —y en particular personal de la Unidad de Exploración Terrestre Antártica (UETA)— realizó los preparativos para la ECA. El personal de UETA preparó las zonas utilizadas para la investigación científica y desenterró los módulos de las bases que habían sido cubiertos por la nieve.
En tanto, la IV Brigada Aérea de la FACh fue la encargada de capacitar previamente a los científicos del INACH en habilidades y competencias necesarias para desenvolverse en terrenos nevados y desempeñar con seguridad las expediciones científicas en la zona antártica. Junto con el proyecto científico, la 69.ª Campaña Antártica está realizando la 18.ª Patrulla Antártica Naval Combinada (PANC) entre las Armadas de Argentina y Chile del 15 de noviembre de 2015 al 31 de marzo.
Chile utiliza la patrullera de la Armada “Lautaro”, mientras que Argentina seleccionó el buque ARA “Suboficial Castillo” para realizar la PANC, la cual incluye práctica de técnicas de rescate y salvataje, además de protección del medioambiente. “La experiencia con Argentina ha sido importante”, destacó el Capitán de Navío Sepúlveda. “Desde su origen a la fecha, hemos ido corrigiendo y perfeccionando los procedimientos, los acuerdos y nuestros códigos de comunicaciones”.
Mientras no haya emergencias, los buques designados a la PANC también realizan labores de reparación o sustitución de señalización marítima, traslado de personal, e hidrografía, que sirve para la edición de cartografías náuticas de uso internacional. “La [PANC] es una actividad reconocida internacionalmente por la trascendencia que tiene al brindar seguridad a las operaciones que se realizan en el sector de la península Antártica, donde concurren muchos buques realizando logística y turismo”, explicó el Capitán de Navío Sepúlveda. “Afortunadamente, hasta el momento no se ha producido ninguna emergencia”.

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