La Universidad de Oviedo, junto a un equipo científico de Portugal, España, Brasil y Uruguay está participando el proyecto HOLOANTAR, cuyo objetivo es evaluar la incidencia del cambio climático sobre la Antártida mediante el estudio de las zonas deglaciadas.
Solo el 0,4% de la Antártida está libre hielo. Las escasas áreas deglaciadas encierran una biodiversidad única adaptada a un medio extremadamente duro, además de contar con numerosos cuerpos lacustres, que constituyen valiosos registros para reconstruir la evolución ambiental del continente helado durante los últimos milenios, así como la variabilidad climática que ha conllevado estos cambios.
Jesús Ruiz Fernández, geógrafo de la Universidad de Oviedo es uno de los integrantes del equipo multidisciplinar que pretende explicar los principales cambios que ha experimentado la Antártida marítima y determinar cuáles han sido naturales y qué parte inducida por el hombre.
Península de Byers
Los trabajos de HOLOANTAR, coordinado por el investigador Marc Oliva de la Universidad de Lisboa, se desarrollan en la península de Byers, en la parte occidental de la Isla Livingston, una zona en la que existen unos 110 lagos que se originaron a partir del retroceso del glaciar Rotch.
Obtener una cartografía detallada de las cuencas lacustres de Byers y estudiar su dinámica geomorfológica son los objetivos concretos del profesor Ruiz Fernández dentro del equipo. Hasta el momento se han desarrollado dos campañas de trabajo de campo sobre el terreno para recoger muestras de los sedimentos de varios lagos y tratar de caracterizar el comportamiento térmico del llamado permafrost, suelo permanentemente helado que controla la dinámica geomorfológica actual de las áreas libres de hielo glaciar y que constituye un excelente indicador desde el punto de vista climático.
Retirada del glaciar Rotch
Los primeros resultados de los estudios en la zona han permitido constatar, por ejemplo, la rápida retirada del glaciar Rotch en las últimas décadas como consecuencia del calentamiento climático. Los datos también apuntan a que más de un 17% de la península de Punta Elefante, una zona no estudiada hasta ahora cercana a Byers, se formó entre 1956 y 2010.
Además, los investigadores han podido comprobar que más de un 11% del área recientemente deglaciada en Punta Elefante ha experimentado diversos tipos de movimientos en masa, como deslizamientos, flujos de lodo y flujos de derrubios. Estas altas tasas de transporte de materiales son propias de áreas recientemente deglaciadas y decrecen progresivamente con el tiempo hasta alcanzar los valores normales de áreas no glaciadas.
Desde la segunda mitad del siglo pasado se registra una tendencia al calentamiento climático en toda la región de la península Antártica. Esta tasa de calentamiento se ha cuantificado en 0,5 ºC por década, lo que constituye uno de los mayores aumentos de temperatura que se está registrando en la Tierra.
Dataciones y análisis
Las dataciones y análisis de laboratorio de los sondeos obtenidos en los lagos permitirán deducir una cronología y una evolución ambiental detallada de la Antártida marítima durante los últimos 11.000 años. Por su parte, el instrumental instalado por el equipo en la península de Byers para la monitorización de la temperatura del aire, el permafrost y el espesor de la cubierta nival, permitirá obtener a medio plazo valiosos resultados sobre la incidencia que el cambio climático está teniendo en la Antártida marítima.
Las primeras conclusiones observadas ya han sido presentadas en prestigiosos foros internacionales y han sido remitidas a las revistas especializadas de mayor impacto.
La próxima campaña de HOLOANTAR está prevista para enero de 2015 y se centrará en la realización de perfiles geoeléctricos para la caracterización del permafrost, la instalación de estacas y mediciones de DGPS y la realización de trabajos de tipo geoecológico a lo largo de la península.
El Economista
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