viernes, 11 de julio de 2014

ANTÁRTICA: Comisión internacional debate sobre manejo del kril antártico en Punta Arenas


Punta Arenas, 9 de julio de 2014. En la ciudad más antártica del país están reunidos los expertos más renombrados en kril, pieza fundamental del ecosistema del océano Austral. Desde hace dos semanas llevan congregados representantes de más de 16 países que participan en los grupos de trabajo del comité científico de la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA), con el fin de debatir en torno a programas de investigación y de seguimiento e implementación de medidas de protección del ecosistema marino antártico.

El comité científico se reúne una vez al año y asigna diversas tareas, las cuales se ven en grupos de trabajo. En particular, en la capital de Magallanes, por primera vez se reunieron la semana pasada el grupo de Estadísticas, Evaluaciones y Modelado (WG-SAM), y desde el lunes hasta el viernes 18 de julio, se lleva a cabo la reunión del grupo de estudio de Seguimiento y Ordenación del Ecosistema (WG-EMM).

Para conocer más detalles de estas reuniones, su importancia y de los temas que están en discusión, conversamos con el Dr. Javier Arata del Instituto Antártico Chileno (INACH), quien es representante nacional ante el comité científico de la CCRVMA, del cual fue elegido recientemente como vicepresidente. Arata es doctor en Ciencias, con mención en Ecología, y participa desde el 2002 en esta comisión internacional.


¿Cuál es el objetivo del taller del Grupo de Trabajo de Seguimiento y Ordenación del Ecosistema (WG-EMM)?

Javier Arata (JA): Busca el manejo adecuado del kril (Euphausia superba), que es la base del ecosistema antártico, principalmente en esta zona de la península Antártica y del arco de Scotia. Hay unos pocos papers que se presentan sobre el mar de Ross, donde el silver fish (Pleuragramma antarcticum) es más importante en cuanto a su rol en la trama trófica.
Casi todos los trabajos del EMM están orientados a conocer la biología del kril, conocer su distribución, su abundancia, cómo cambia en el tiempo respecto, por ejemplo, al fenómeno de El Niño o la oscilación de la corriente circumpolar antártica, cuál es la distribución de la flota pesquera y qué información podemos obtener de ella respecto al estatus del kril, y proponer medidas que favorezcan el buen uso de este recurso; por ejemplo, considerar cómo les ha ido a los depredadores dependientes del kril y cómo podemos utilizar esa información: cuántos pollos de pingüinos se produjeron en un año dado en una determinada localidad, y si el número es muy bajo, modificar las cuotas de pesca en esa zona.

Otro tema que se trata y que está asociado es el desarrollo de áreas marinas protegidas. Particularmente en la zona de la península Antártica, sector donde lleva sus actividades Chile, las áreas marinas protegidas tienen que estar vinculadas con el manejo de la pesquería de kril, porque se tocan muchos temas similares. Por un lado, parte de las áreas marinas protegidas quieren proteger a depredadores como los pingüinos y los pingüinos dependen a su vez del kril y este está afectado por la pesquería. Así que es natural que estos temas se vean en conjunto.


El grupo de trabajo de Estadísticas, Evaluaciones y Modelado (WG-SAM) se reunió la semana pasada. ¿En qué punto están las discusiones que lleva adelante?

JA: El grupo SAM evalúa los modelos con los cuales se estima la abundancia de los stocks de peces (poblacional local de una especie sometida a pesca), por ejemplo, que las herramientas estadísticas reflejen efectivamente la estructura poblacional del stock. Últimamente, el SAM ha tomado un rol muy importante en analizar las propuestas de investigación pesquera para la Antártica de los diferentes países. En este continente hay muy pocas zonas donde existe una cuota “preestablecida”. Cada país tiene que proponer una cuota de investigación y justificar cómo esa cuota permitirá, en los próximos tres a cinco años, evaluar la biomasa de bacalao antártico, por ejemplo, en un sector dado de la Antártica. El SAM está evaluando justamente que las propuestas científicas estén bien hechas. Porque si no, hay muchos países que simplemente van allá porque quieren pescar y no entregan ninguna información válida al término del período.

En cuanto a la reunión del SAM de este año, me parece que las mejoras que se han hecho en el proceso de evaluación de las pescas de investigación han sido un gran logro; se hicieron modificaciones hace dos o tres años y hoy en día se notan los resultados. Hemos tenido muy buenas discusiones con los datos que han hecho barcos japoneses, españoles, coreanos y rusos, principalmente, respecto a la abundancia local de bacalao antártico en el sector comprendido entre el mar de Weddell y el mar de Ross (la Antártica oriental).


Una novedad de este año, fue la reunión que organizó la asociación de empresas que pescan kril (Association of Responsible Krill harvesting companies, ARK) en Punta Arenas.

JA: Sí, estas empresas lo que estaban buscando es ayudar a la CCRVMA a tomar buenas decisiones en torno al manejo del kril, al cual ven como un recurso que esperan que dure mucho tiempo y por eso quieren apoyar a los investigadores. Entonces, lo que hicieron fue traer a la ciudad a patrones de pesca, a jefes de flota, porque ellos son los que pasan de 6 a 8 meses pescando en altamar, y que ellos contaran su experiencia y digan qué opinan de la distribución del kril, de cuánto kril hay, donde se junta más, por qué el kril aparece, por qué a veces desaparece. Al otro lado de la mesa estaban los científicos, que generalmente van una vez al año, por un muestreo que dura con suerte un mes y con eso se arman una idea de qué está pasando en el ecosistema. Entonces, fue muy interesante ver lo que nos comentan los capitanes de pesca y lo que los científicos piensan. Después los científicos les propusieron qué cosas más se podrían hacer a bordo de los buques para ayudarnos a saber bien cuál es el estado de la abundancia y distribución del kril y, por supuesto, cuánto se puede extraer sin perjudicar el ecosistema.
Entiendo que esta es la primera reunión de su tipo. Todos quedaron muy contentos con esta instancia de colaboración. Yo creo que se van a volver a reunir en el futuro. Por el momento dejamos algunas tareas asignadas. Por un lado, los científicos tienen que desarrollar un plan de trabajo y presentárselo a la industria y ésta va a ver qué es lo que se puede hacer.


¿Cuál es la importancia de realizar estas reuniones en Punta Arenas?

JA: Chile ha participado en la CCRVMA desde sus inicios en el año 1982. Ya hemos tenido un par de reuniones en Chile, una de ellas organizada en Valdivia por el prof. Carlos Moreno, y ahora en Punta Arenas, donde está el Instituto Antártico Chileno, lo que tiene grandes ventajas como país organizador. Por un lado, tuvimos el acceso de las empresas y capitanes de pesca para participar en el taller del ARK y también una empresa chilena va a participar en el taller del EMM, particularmente en la estrategia del manejo de la pesquería.

También hemos sido capaces de traer investigadores chilenos que participan en el comité científico nacional de la CCRVMA, pero no tienen la oportunidad de viajar a las reuniones en Australia. Por otro lado, sirve para dar a conocer el trabajo de la CCRVMA al gobierno regional y a los mismos directivos del INACH, que no pueden participar en estas reuniones por lo extensas que son, y contarles de la importancia del trabajo que se desarrolla tanto a nivel comercial (ya que la pesquería es una importante fuente de recursos para Chile) como a nivel científico (hay muchas preguntas que se pueden responder a través de la investigación de la CCRVMA).


¿Cuál ha sido la impresión de los asistentes?

JA: Los asistentes han comentado que hace bastante frío, pero siempre agradecen poder viajar a un sitio distinto. Les encanta Chile, lo encuentran un lugar precioso, están muy contentos con la organización y la calidez de la gente.
Esta reunión se está desarrollando en el edificio histórico de la Cruz Roja de Punta Arenas. Las sesiones no son abiertas al público en general.


La CCRVMA

La Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA, también conocida como CCAMLR, sigla en inglés de Commission for the Conservation of Antarctic Marine Living Resources) fue fundada en 1982 por una convención internacional con el objetivo de conservar la fauna y flora marina de la Antártica, y como reacción al interés creciente en la explotación comercial del kril antártico, que es un componente esencial del ecosistema antártico.

Siendo responsable de la conservación de los ecosistemas marinos antárticos, la CCRVMA pone en práctica un enfoque de ordenación centrado en el ecosistema. Este no excluye la explotación de los recursos, siempre que sea hecha de manera sostenible y tenga en cuenta los efectos de la pesca en otros componentes del ecosistema. La Contribución de la CCRVMA a la seguridad alimentaria global se hace a través de programas de investigación, del seguimiento y de la implementación de medidas de conservación.

La CCRVMA es una comisión internacional que cuenta con 25 países Miembros, habiéndose adherido a la Convención 11 países más. Basándose en la mejor información científica disponible, la Comisión adopta un conjunto de medidas de conservación que regulan la utilización de los recursos vivos marinos en el océano Austral.

La CCRVMA tiene un cuerpo político y uno científico. La Comisión (política) toma sus decisiones sobre el asesoramiento que entrega el Comité Científico. El Comité Científico divide su trabajo en diversos Grupos de Trabajo (WG), dos de los cuales se han reunido en Punta Arenas estas próximas semanas.

INACH

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