Fach apoya a buque Betanzos ante complicada avería en la Antártica
Es la única nave de bandera chilena, autorizada a operar en dicho continente bajo el tratado de la Convención para la Conservación de Recursos Vivos Marinos Antárticos.
Un fundamental apoyo en el tema antártico prestó la Fuerza Aérea de Chile, al buque de pesca chileno Betanzos, que el 20 de mayo presentó una emergencia en su sistema de propulsión que mantiene paralizadas sus faenas de pesca en aguas antárticas.
De acuerdo a información de la Cuarta Brigada Aérea, la nave permanece fondeada en la caleta Potter en el sector de bahía Fildes, en la isla Rey Jorge, y ya ha contado con el apoyo de buzos argentinos. Estos han ayudado a retirar los elementos enredados en su eje y hélice del sistema de propulsión. No obstante, dada la complejidad de la maniobra se hizo necesario el trabajo de personal especializado en mantenimiento submarino a través de buzos comerciales de la empresa Nautilus, que se desplazaron al sector en un avión de Aerovías Dap.
Dadas las importantes restricciones de carga de esta aeronave, se hizo necesario el apoyo de la Fuerza Aérea para trasladar hasta dicho sector el equipo de respaldo de los buzos: un compresor de 120 kilos, cuatro tanques dobles de buceo y una caja de herramientas de mantenimiento submarino. El miércoles 29 dicha carga fue embarcada en la Base Aérea Chabunco, viajando ese día hasta la base Presidente Eduardo Frei Montalva en un avión Hércules C-130.
Enrique Le Dantec, ejecutivo de la empresa armadora, destacó el apoyo de la Fach, ya que al carecer de sistema de propulsión, la tripulación de la nave debe soportar las bajas temperaturas del sector. Pese también a tener controlada la situación, no se descarta del todo que la embarcación pueda quedar varada. Esto, especialmente cuando lo que se necesita aquí es actuar con rapidez y eficacia, y el medio aéreo es el único que puede proporcionar esas variantes.
El buque factoría Betanzos es la única nave de bandera chilena, autorizada a operar en aguas antárticas bajo el tratado de la Convención para la Conservación de Recursos Vivos Marinos Antárticos, CCRVMA, creada en 1982 para conservar la flora y fauna marina de la Antártica. Esto, como reacción al creciente interés en la explotación comercial del krill antártico, componente esencial del ecosistema de ese territorio.
La Prensa Austral
Personal de la Base Científica Carlini auxilió a un buque pesquero chileno varado en la Antártida hace 15 días
El buque pesquero de bandera chilena tiene 25 tripulantes y 25.000 litros de combustible en sus tanques, y desde hace 15 días se hallaba varado en la zona antártica de Caleta Potter, tras sufrir una avería en su sistema de propulsión."Sesenta metros de red de kril estaban trabando los timones de dirección de popa y la hélice de propulsión
Se trata del buque pesquero Betanzos, perteneciente a la empresa Antartic Sea Fisheries, que el 17 de mayo sufrió una avería en su sistema de propulsión y comando, al quedar enredada en su timón y hélice una red de pesca (acorbatamiento).
El jefe de la Base Científica Carlini, teniente coronel Néstor Fabián Argüello, dijo a Télam que tras el percance, el barco Betanzos fue remolcado hasta caleta Potter, a la altura de AREA 2 -frente a la Base Carlini- por el Buque ´Adventured´ de bandera coreana.
El Betanzos se encontraba pescando en la zona de la Isla Trinidad, sobre el Estrecho de Gerlache, a unas cien millas náuticas al sudeste de la Base Carlini.
Ante la avería en su sistema de propulsión, el capitán del buque chileno, Héctor Martínez Soto, solicitó una inspección y mantenimiento del casco del mismo, tras lo cual se organizó un equipo de rescate y auxilio de la nave en emergencia desde la Base Carlini.
El grupo de trabajo estuvo integrado por el capitán Fernando Gallardo, encargado de la supervisión y seguridad (EA), y los buzos teniente primero Julián Díaz (EA), sargento ayudante Ariel Vázquez (EA), sargento ayudante Nemecio Arana (EA), sargento primero Fernando CUMIL (EA).
También integraron el equipo el teniente médico Rafael López Dale (EA), y el conductor de botes, cabo primero Roberto Carlo Da Silva (PNA).
Una vez en el lugar donde se encontraba el buque, el personal de la Base Carlini determinó que “aproximadamente sesenta metros de red de kril estaban trabando los timones de dirección de popa y la hélice de propulsión”.
En tanto y al relatar el percance que sufrió el buque pesquero, el teniente coronel Argüello dijo que todo ocurrió por una mala maniobra del primer oficial (un coreano) que estaba al mando de la nave. “Cuando se empieza enredar la red en la hélice, en vez de izar rápido la red y darle máquinas, cometió un error y se produjo un gran acorbatamiento”.
“El ´acorbatamiento´ (enredo en la jerga marina) fue de tal magnitud, que las redes tomaron todo el timón y la hélice imposibilitando tener movilidad propia al barco”, indicó.
Argüello comentó que los buzos de la Base Científica trabajaron a destajo durante 15 días para liberar al buque de esa situación “con temperaturas de casi 20 grados bajo cero, y vientos helados que superaban los 60 kilómetros por hora”.
“El buque soportó un temporal importante que lo llevó a casi 30 metros de la costa. Incluso se corrió el riesgo de un daño ecológico, puesto que la nave carga en sus tanques 225.000 litros de combustible y otros 2.500 litros de aceite”, detalló.
El teniente coronel Argüello ponderó luego la sacrificada tarea de los hombres de la base para auxiliar al buque pesquero.
“Misión cumplida, hemos hecho un trabajo solidario que nos enorgullece como argentinos, prestamos nuestra ayuda ante la emergencia de un buque de bandera chilena. Hoy el personal retiró la totalidad del material que impedía la navegación al buque”, agregó.
Por último reiteró que los buzos y el personal técnico de la Base Carlini “realizaron un esfuerzo muy importante durante estos 15 días para liberar al barco pesquero del encorbatamiento".
TELAM
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