viernes, 18 de octubre de 2024

PATAGONIA: Recordando a Martín Gusinde que falleció en un día como hoy pero del año 1969

 


Nació el 29 de octubre de 1886 en Breslau, Silesia. Como estudiante de secundaria, se dirigió a la Sociedad Misionera Steyler en 1900, tomó los votos religiosos perpetuos en St. Gabriel, aledaño a Viena, en 1911 y fue ordenado sacerdote aquí ese mismo año.

Llega a Chile en 1912. Viaja, desde Europa, con 26 años para asumir su primer destino.

Recién ordenado sacerdote de la Congregación del Verbo Divino, se integra al Liceo Alemán de Santiago de Chile. Allí, combina labores religiosas y docentes. Pronto asume como Jefe de Sección del flamante Museo de Etnología y Antropología de Chile. Y, desde allí busca apoyo para aprovechar los meses de vacaciones escolares, investigando. Planifica expediciones etnográficas para acercarse (entre 1918 y 1924) a los aborígenes del extremo sur de Chile: Yaganes (Yámana), Onas (Selk´nam) y Alacalufes (Kawésqar).

En su primer viaje constata la acelerada disminución del número de fueguinos debido al contacto con los europeos y percibe que es urgente salvaguardar lo que aún queda de estas culturas. Sabe que está contra el tiempo para cumplir la meta. Por eso, con profundo cariño y respeto por los habitantes de estas tierras inhóspitas, planifica nuevos viajes.

Con recursos escasos, con el apoyo de muchas voluntades y con la ayuda de los mismos fueguinos, realiza cuatro expediciones que le permiten concentrarse, principalmente, en el estudio del pueblo Yagán. Para obtener la confianza de los indígenas, para penetrar su alma y para comprenderlos decide compartir la vida cotidiana. Renuncia a sus propias comodidades, vive su jornada, soporta la rudeza del clima y confronta la misma escasez de recursos. Ellos le abren su corazón y la intimidad de su alma. Quiere que se valorice su patrimonio espiritual y cultural. Ellos, por su parte, dejan que los inmortalice con la cámara fotográfica que acarrea, le invitan a ceremonias sagradas y le cuentan sus relatos más preciados. “Querían que yo presenciara todo lo hermoso que ellos poseen”, enfatiza en “Los Indios de Tierra del Fuego”.

Gusinde es meticuloso. Registra y da a conocer aspectos ignorados y mal explicados como, por ejemplo, su espiritualidad. Muestra que comparten una visión monoteísta semejante. Anota también que su estructura social básica es la familia monogámica que se traslada por los canales en canoas (alacalufes y yaganes) y por las llanuras (onas). Y, observa que socialmente no se constituyen en un solo grupo cohesionado ni obedecen a jefes o gobiernos centrales.

Destaca que coexisten en total armonía y consonancia con la naturaleza, pues están completamente adaptados a la hostilidad del medioambiente. Cada aspecto de su forma de vida es el más eficiente para la sobrevivencia. Gusinde dice que la canoa o anán de corteza de tronco de los yaganes es el medio perfecto y más eficiente para recorrer el archipiélago del Cabo de Hornos. También explica que su vivienda está hecha para resistir la potencia del viento. Advierte que su desnudez física contribuye al secado rápido del cuerpo en el fuego. En fin, cada hábito -observa Gusinde- indica una perfecta adaptación al hábitat. Y, en ningún caso, implica -tal como lo supusieron algunos viajeros- una falta de inventiva o inteligencia.

Martín Gusinde estudia y perfila la cultura de los pueblos ancestrales de la zona más austral del mundo y nos aporta información de incalculable valor histórico, etnológico, antropológico, somatológico y lingüístico. Así, mostrando de modo inédito su idiosincrasia, consigue, además, según sus propias palabras, que “en cilindros de fonógrafo quede perpetuada su voz”.

Tras 14 años en Chile, en 1926, vuelve a Viena y comienza a escribir el pionero y gran trabajo -en 9 tomos sobre las tribus más australes del mundo. Alterna esa tarea, durante 40 años, con otras decenas de expediciones e investigaciones etnológicas en otras partes del mundo como Arizona, Nuevo México, El Congo, Filipinas y Nueva Guinea.

De ese modo, Martín Gusinde dedica gran parte de su vida a rescatar, para la memoria chilena y de la humanidad, el relevante valor cultural de las tribus fueguinas. Su estudio, publicado en su monumental obra, fue traducido al castellano y se titula, originalmente, “Die Feuerland Indianer”.

En 1969, con 83 años, fallece en Viena (Austria). Gracias a su notable contribución al conocimiento y apreciación de las culturas primitivas, es considerado -hasta hoy- uno de los etnólogos más ilustres del mundo.


Fundación Gusinde











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