lunes, 26 de mayo de 2014

PATAGONIA: Protagonista de espectacular hallazgo revela claves del dinosaurio gigante

El paleontólogo José Luis Carballido, uno de los investigadores que encabeza este estudio, junto a los restos de dinosaurios en Chubut.

Casi por casualidad encontraron los paleontólogos argentinos al dinosaurio más grande conocido hasta ahora. En entrevista con DW, el investigador que encabeza el equipo explica detalles del hallazgo.



“Nunca nos imaginamos que este hallazgo iba a tener la repercusión que terminó teniendo, no sólo nacional sino internacional”, confiesa José Luis Carballido, uno de los investigadores del Museo Paleontológico Egidio Feruglio (MEF) que encabeza el equipo. Con una calma que se contrapone con la espectacularidad del descubrimiento, el paleontólogo detalla al teléfono desde Trelew, Argentina, las claves de este nuevo dinosaurio.
Por esas curiosidades del destino, Carballido había estado unos años antes en el Instituto Steinmann de la Universidad de Bonn, Alemania, estudiando al saurópodo más pequeño conocido. Ahora, en cambio, encontró en Argentina al más grande.
La provincia de Chubut, en la Patagonia, se ha hecho mundialmente famosa por conservar numerosos vestigios de la época de los dinosaurios. Allí precisamente, en la estancia La Flecha, muy cerca de un pequeño pueblo llamado Las Plumas, Carballido y su equipo descubrieron los restos de este nuevo dinosaurio gigante.
Las colosales dimensiones de este saurópodo, con un peso equivalente a 14 elefantes africanos, hacen suponer que se trata del mayor dinosaurio que existió sobre la Tierra.


¿Cómo se realizó este hallazgo?
Estábamos trabajando en campos cercanos. No es que estábamos tras el dinosaurio más grande y ni siquiera tras un animal gigante, y se nos acercó uno de los dueños del campo a decirnos que uno de los trabajadores había encontrado restos de unos huesos que pensaban eran de dinosaurio y que nos acercáramos a dar una mirada. Así fue como llegamos a este lugar.
¿Qué pensó cuando encontraron estos primeros restos?
Estuvo bárbaro, pero por supuesto que no fue en un momento, sino que sólo después de trabajar unos cuantos días pudimos empezar a ver que se trataba de un animal de este tamaño. Cuando día tras días seguíamos destapando más huesos ahí nos empezamos a dar cuenta de la magnitud del hallazgo.
¿Se trata de una especie nueva o de un ejemplar de mayor tamaño de una especie ya conocida?
Estamos bastante seguros, si bien todavía no tiene nombre, que se trata de una especie nueva de dinosaurio saurópodo (un tipo de herbívoro de cuello largo) del grupo de los Titanosaurus. Habría vivido a comienzos del Cretácico Superior, hace unos 90 a 100 millones de años.
Esta árida zona de la Patagonia argentina fue hace 100 millones de años una región de densa vegetación y abundantes dinosaurios.
¿Qué nombre se está barajando para este dinosaurio?
Todavía no hay un nombre definido. Hay algunas ideas que tienen que ver con la familia Mayo, que es dueña del campo y nos ha dejado trabajar allí y en su casa todo este tiempo. La idea es dedicárselo a ellos. Pero hay una serie de reglas en la nomenclatura que nos prohíben comunicar cualquier nombre hasta que no haya un trabajo científico respaldando y describiendo en detalle este animal.
¿Qué importacia tiene este descubrimiento, más allá de las dimensiones?
Lo más importante no es sólo el tamaño, sino que la cantidad de huesos que estamos encontrando. Aquí en Argentina hay desde hace varios años otro Titanosaurus, el Argentinosaurus, que es de un tamaño parecido,quizás un poco más chico. La diferencia es que de ese tenemos restos fragmentarios, representados sólo por algunas vértebras, y aquí encontramos prácticamente todo el esqueleto y de siete ejemplares.
¿Cómo dimensionar el tamaño de este dinosaurio?
La cabeza del fémur, o sea, donde se encajaba en la cadera, habría estado a unos cuatro o cinco metros de altura sobre el piso y creemos que habría alcanzado los 20 metros para alimentarse de los árboles, lo que equivale a un séptimo piso. Estamos hablando de un animal que habría tenido unos cuarenta metros de largo, o sea, una media cuadra.
¿Qué pistas nos entrega este hallazgo sobre la vida y el clima de esa época?
Era totalmente diferente a lo que hay hoy, un clima mucho más húmedo con una vegetación más densa y árboles más grandes, que permitió que estos animales herbívoros de 70 a 80 mil kilos pudieran alimentarse y evolucionar a los tamaños que lo hicieron. El ambiente en que murieron era una planicie de inundación, una zona del valle con un río, y seguramente concurrían ahí para alimentarse y tomar agua. Pensamos que posiblemente al acercarse a beber pisó un terreno fangoso y pudo haber quedado atrapado en este lugar, donde tal vez venían a morir. En todo caso hay que seguir investigando para ver con qué hipótesis nos terminamos quedando.
Los restos óseos de los siete dinosaurios hallados no sólo son gigantes, sino que están muy bien conservados y casi completos.
¿Es posible esperar otros descubrimientos de nuevas especies aún más grandes?
La verdad es que no creería que en esta cuenca de la provincia de Chubut vayamos a encontrar otra especie, pero no hay que descartar que encontremos otro de la misma especie tal vez aún un poquito más grande. Pero da la sensación de que estos animales están muy cerca de lo que es el límite de tamaño que podrían haber alcanzado.
¿Qué temas trabajó en su estadía en Alemania el 2010, en el Instituto Steinmann de la Universidad de Bonn?
De manera irónica, lo que estuve haciendo en Alemania fue trabajar en la descripción anatómica y otras cuestiones evolutivas de un animal enano, un saurópodo del Jurásico que tienen en Alemania, que es el más pequeño conocido y tiene el nombre de Europasaurus. Es un animal super interesante, del cual hay un material hermoso, pero es apenas más grande que un caballo.
Aunque estuvo estudiando un saurópodo completamente distinto, ¿qué aportes tuvo su estadía para su trabajo actual?
Fue una experiencia muy buena desde todo punto de vista, personal y profesional. Estuve trabajando con Martin Sander, que es un especialista en evolución y tamaño corporal de los saurópodos. Él hace histología, estudio microscópicos de los huesos, y está muy abocado a responder cuestiones biológicas de los saurópodos, algo completamente distinto a lo que yo estaba haciendo en la Argentina, por lo tanto, sentí que me nutrió estar con este equipo, y además me brindó la posibilidad de visitar colecciones y ver materiales.
La nueva especie habría vivido a comienzos del Cretácico Superior, hace unos 90 a 100 millones de años.


¿Qué planes vienen a futuro, nuevos dinosaurios?
En lo inmediato seguir investigando este dinosaurio y también tengo la intención de regresar a Alemania, probablemente el año que viene. Una idea es establecer proyectos de cooperación entre los investigadores argentinos y alemanes. También viene la presentación de un trabajo sobre un saurópodo de Colombia descubierto en un lugar donde no se conocían dinosaurios.
DW

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