jueves, 7 de marzo de 2013
Dueños de la Patagonia por Silvestre Fugellie
La existencia de los aborígenes en el extremo austral sudamericano se remonta a más de doce mil años. Los territorios que ocupaban, argentinos y chilenos son conocidos como Patagonia y Tierra del Fuego.
Los primeros habitantes llegaron al confín meridional en grupos de cazadores que perseguían guanacos y otros animales. El derretimiento de los hielos y la última glaciación elevaron el nivel de los océanos Atlántico y Pacífico y dieron origen a la gran isla que denominaron “De los Fuegos”, separada del continente por el actual estrecho de Magallanes.
El acontecer de este fenómeno telúrico se ha conservado en la mitología ona, que exalta el hecho del enorme oleaje que inundó la tierra del extremo sur, aislándolos y cortándoles el paso de regreso a sus lugares del norte, puesto que ellos no eran canoeros ni navegantes, sino pedestres o simples caminantes. A consecuencia de este portento natural debieron permanecer y radicarse en el suelo fueguino.
Los indígenas patagónicos y fueguinos eran universalmente conocidos como tehuelches, onas, yaganes y alacalufes. También el haush, que formaba clanes reducidos en los alrededores del cabo de Hornos. Estudiosos e investigadores extranjeros ingleses, alemanes, franceses, escandinavos, han empleado la ortografía de sus idiomas para designarlos: aónikenk, selknam, kaweshkar, haush.
Tehuelches y onas eran cazadores terrestres; yaganes y alacalufes pescadores nómadas y navegantes de los mares australes que circundan el estrecho. Se han hallado vestigios de los tehuelches en terrenos de Ultima Esperanza: Sierra Contreras, lago Sarmiento, río Serrano, lago Sofía, Cueva del Milodón, Cueva del Medio y otros lugares del continente desde Cabo Vírgenes hasta Punta Santa Ana, lugar donde se fundó el Fuerte Bulnes. También se hallaron muestras en las islas del Estrecho, Isabel y Magdalena.
Los yacimientos estudiados por arqueólogos y hombres de ciencia datan de once mil años. Los tehuelches se asentaron en la pampa continental entre río Santa Cruz y estrecho de Magallanes; los onas poblaron las estepas o pampas del norte y bosques del sur de Tierra del Fuego; los alacalufes habitaron archipiélagos, fiordos y canales situados entre golfo de Penas y la península de Brecknock; y los yaganes lo hicieron preferentemente en las costas del canal Beagle e islas australes hasta el cabo de Hornos. En el territorio argentino de península Mitre vivieron los últimos representantes de los haush.
A mediados del siglo antepasado los nativos, en general, fueron afectados por enfermedades infectocontagiosas, el alcoholismo y las matanzas ocasionadas por grupos de colonos y sus sicarios; también por otros factores de contacto con los invasores de sus tierras, quienes desencadenaron, directa e indirectamente, la extinción de los aborígenes y los redujeron, en pocas décadas a pequeños grupos con escasas probabilidades de supervivencia.
Los primeros cazadores continentales ingresaron a esta región meridional desde el norte, vía terrestre, hace aproximadamente, como se ha dicho, unos once mil años, cuando los hielos de la última glaciación se habían retirado evolutivamente a sus asentamiento en las cumbres cordilleranas y el clima de la pampa patagónica se tornaba más templado poblándose de guanacos, pumas, zorros, pequeños roedores, ñandúes y aves que merodeaban por la flora primaria y creciente. También circulaban algunos animales prehistóricos por aquellos rincones naturales, refugiándose en las cuevas de la orografía regional como la del Milodón.
Artículo aparecido en el diario La Prensa Austral
Foto de Macotaudiovisual
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario