Estratégicamente ubicada entre los Campos de Hielo Norte y Sur, en la región de Aysén, Caleta Tortel es uno de los sitios más conocidos de la Patagonia nacional. Su gran diversidad paisajística contempla islas, bosques y montañas, además de los ríos Bravo, Pascua y Baker, este último, el más caudaloso de Chile.
Fiordos y canales están, también, presentes en la zona y es precisamente en estos donde una comitiva de investigadoras(es) del Centro de Investigación Oceanográfica en el Pacífico Sur-Oriental (COPAS Coastal) realizó, recientemente, una serie de muestreos, destinados a alcanzar una mejor comprensión de la dinámica de procesos físicos, químicos y biológicos que acontecen en sus aguas.
Una expedición científica que contó con la participación de la Dra. Verónica Molina, académica de la Facultad de Ciencias Naturales y Exactas y directora general del HUB Ambiental de la Universidad de Playa Ancha, quien también forma parte del equipo del centro de investigación, apoyado por el programa de Financiamiento Basal de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID).
Interconexión del mar con la atmósfera y la lluvia
Por un lado, junto a un equipo de colegas, la científica investigó el agua de la bahía y, también, la de la lluvia, con el fin de identificar cómo esta última influye, tanto en la presencia de los nutrientes en el fiordo, como en el proceso de transformación de los mismos que realizan las comunidades microbianas.
La investigación se realizó en el marco del proyecto Fondecyt N°1241067 “Whats in the rain: evaluating the biogeochemical role of precipitation for the future ocean” (“Qué hay en la lluvia: evaluando el rol biogeoquímico de las precipitaciones para el futuro océano”), que lidera la Dra. Camila Fernández, directora de COPAS Coastal y, además, académica de la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas de la Universidad de Concepción.
La iniciativa –que cuenta con la Dra. Molina como una de sus co-investigadoras– se ejecutará hasta 2027 y busca caracterizar la química de la lluvia, tomando como punto de partida la noción de que, al existir partículas, microorganismos y carga de nutrientes en el aire, estos son arrastrados por las precipitaciones, pudiendo influir en cómo ocurren los procesos de transformación de la materia y energía en la superficie del mar.
Un fenómeno inusual
Por otro lado, la comitiva científica aprovechó el eclipse anular producido durante esos días para estudiar cómo afectan los cambios lumínicos de este tipo a las condiciones oceanográficas del fiordo.
La directora general del HUB Ambiental UPLA acota que, más allá de todas estas primeras observaciones –tanto de la lluvia como de la injerencia del eclipse–, todos los datos recolectados deben ser respaldados “con los análisis posteriores que se hacen con las muestras, que involucran la extracción de ADN, ARN, entender el potencial metabólico y, sin duda, van a ser resultados muy interesantes para nosotros, porque están abriendo una nueva forma de trabajo, que además involucró un trabajo colaborativo, de múltiples académicos”, indica.
Cabe destacar, asimismo, que el equipo de COPAS Coastal está formado por profesionales de universidades y centros de investigación a lo largo de Chile, incluyendo el quehacer de investigadoras en distintas etapas de formación del HUB Ambiental UPLA: ellas son la Dra. Polette Aguilar, investigadora postdoctoral del centro y Stephanny Curaz, estudiante del Doctorado Interdisciplinario en Ciencias Ambientales de la Universidad.
El quehacer científico que realizan en este marco abarca, además de Caleta Tortel, zonas como Chañaral de Aceituno, la Bahía de Coliumo y la región Antártica, entre otros ecosistemas costeros del país.
UPLA
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