¡Qué manera de masacrar gente! Era un tiempo en que se hacían fortunas de la nada… y se moría también por la nada o casi nada. Había asesinos oriundos, pero también importados hasta de sudáfrica.
Por Alberto Moroy
En la portada los tres hermanos Plottier en su finca cercana a Cipolletti en 1909. La historia que narraremos hoy ocurrió en la Patagonia Argentina, Neuquen en 1916. Es una historia truculenta por el asesinato del ingeniero uruguayo Alfredo Plottier en manos de una partida de reos fugados de la cárcel de Neuquen. Estaban liderados por un sudafricano (Boer) preso por el robo de una vaca; luego fue el asesino también de dos de sus secuaces. Como consecuencia fueron fusilados ocho reos de la partida, en lo que hoy se conoce como la masacre del valle de Zainuco, 190 km. al oeste del establecimiento “Los Canales” de los hermanos Plottier, a 20 km. de entonces poblado de Cipolletti.
Casi un año después, desconocidos asesinaron el periodista Abel Chaneton director del diario Neuquén que investigo y denuncio la masacre de los reos. La orden de asesinato es atribuida al entonces gobernador Eduardo Elordi y otros funcionarios, en venganza por la denuncia de ejecución de presos.
Así era la ciudad de Neuquen en 1910
Los protagonistas de esta historia son tres hermanos uruguayos, Eugenio (1864), Adolfo Leopoldo Plottier (1867) y Juan Alberto, (1871) nacidos en Paysandú, hijos de Eugenio Plottier un importante comerciante belga afincado en Paysandú, dueño de la barraca Americana.
Los tres hermanos crearon en Neuquen (Arg,) el establecimiento “Los Canales”. Fue uno de los emprendimientos agro-productivos más importantes e la época en esa zona desértica. También erigieron una hermosa mansión (1908) en cercanías de la Laguna Larga, donde vivieron al menos Alfredo, Alberto con su mujer y sus hijos..
Barraca Americana Paysandú
Una adenda
Quienes pusieron dinero para la Campaña del Desierto (Roca) fueron pagos con tierras de baja calidad en la Patagonia Argentina. Su valor era nada y así siguió hasta 1950. Muchos formaron establecimientos ganaderos dedicados a la producción de lana con cascos espectaculares que con suerte visitaban una vez al año. Otros como los hermanos Plottier que a juzgar quien era su padre en Paysandú, “tenían la vaca atada” decidieron invertir su tiempo de ocio comprando 13 mil ha. en el entonces desierto neuquino para crear su propio paraíso .No debió ser fácil: todo estaba por hacerse. Además de invertir mucho dinero, trabajaron duro formando un establecimiento ejemplar. El viaje desde Paysandú era una expedición de dias, entre el barco por el rio Uruguay, el tren desde Buenos Aires al incipiente poblado de Neuquen y el traslado de 25 km, hasta su establecimiento al Oeste de la estación de tren. No me queda en claro si esta actividad era de entre-tiempo de una mucho mayor, a la sombra de las barracas de su padre, fundadas a fines de 1870 en Paysandú y en Concordia (Arg.) o si ya estaban en calidad de “pensionados” posiblemente viviendo en Buenos Aires.
Historia de los Plottier y las barracas Americana
Paysandú “Barraca Americana” Eugenio Plottier
Los comienzos en Neuquen
Alberto Plottier nacido en Paysandú en 1871 adquirió a Valentina Brun de Duclout 13.261 hectáreas de los lotes 10, 13 y 14 del I Departamento territorial neuquino y realizó con la sociedad familiar una fuerte inversión económica en nivelación de campos, canales de riego, plantas de bombeo mecánico para llevar agua del río a los canales, alambrados, caminos rurales, campos de laboreo agrícola, montes frutales, densas arboledas. El cultivo de vides de calidad posibilitó la elaboración de vinos en la primera bodega regional, con cubas de roble traídas de Francia. El periódico “Neuquén” del 25 de mayo de 1910, al comentar los avances de la región en el Centenario de la Revolución de Mayo, llama al Dr. Plottier “Campeón de la civilización”. Destacan en el afecto de los anfitriones y luego detalló los 50.000 forestales, 2.350 frutales, 150.000 viñas y las 50 hectáreas de alfalfa. Entre otras producciones destacaron la trascendencia de un canal de 7 kilómetros con capacidad de riego para 200 hectáreas y con elevación del agua del río por dos bombas extractoras con motores Ámsterdam de 75 H.P.
Adolfo Plottier acompañado por la Sra. de Alberto, antes del asalto / Galería de la finca
Casa museo Plottier Dr. Plottier 38°57’52.45″S 68°13’48.30″O
Adolfo Plottier 1914 / Su hermano Alberto
Fotos antiguas de la ciudad de Plottier (Hoy 39 hab.)
Una sociedad llamada Los Canales
Llega la migración Boer
A principios de siglo y alentados por la llamada Ley N° 817 de Inmigración y Colonización impulsada durante la Presidencia del Dr. Nicolás Avellaneda, llegó al país (Arg.) un contingente de sudafricanos de origen neerlandés y un grupo de inmigrantes holandeses. En su mayoría eran granjeros que provenían de Sudáfrica, donde varios habían combatido en la guerra anglo-bóer que había finalizado en 1902.
Emigrantes Boers 1903
Daniel Martin Bresler (El asesino)
El matrimonio integrado por el maestro Daniel Martin Brésler y Catherina Wilhelmna Zoutendyk se estableció en el paraje Hua Hum, a cuarenta kilómetros de San Martín de los Andes, fundado pocos años antes, recostado sobre la cuenca del lago Lácar y próximo a la frontera con Chile. Traían consigo cinco hijos varones y una niña: entre ellos Daniel Martín Bresler (hijo)
La desaparición de una vaca
Desavenencias entre los colonos y la posesión de las tierras tuvieron si clímax cuando fue denunciado por el robo de un animal, hecho que él siempre negó. El cuero de un vacuno con la marca de su vecino Vicente Urquiza -tal el nombre que cita Ángel Ademan- encontrado en su propiedad, originó su encarcelamiento. Su hermana Kurina Bresler, dijo, muchos años después, que el comisario detuvo a Bressler en su propiedad y unos días después fue enviado esposado a la cárcel de Neuquén. Pero ambos relatos coinciden en el motivo de la detención: la desaparición de un animal. Los vecinos sanmartinenses recibieron de los mayores el mismo dato: fue encarcelado por una vaca.
Por esa causa el fiscal pidió un año de prisión, pero el juez que intervino, Dr. Enrique N. Zinny, aplicó dos años porque en el acta de secuestro del cuero de la vaca, figuraban otros fragmentos de cuero cuya procedencia no había sido investigada y fueron tomados como prueba de hurto de ganado en grey, vale decir, más de un animal. Entonces Bresler estaba en Buenos Aires haciendo el trámite para obtener su documento de identidad y cuando lo fue a retirar, lo detuvieron porque en esa gestión, un policía advirtió que tenía pedido de captura en la provincia de Neuquén.
Una fuga de película
En la cárcel Martín Bresler (28 años) estuvo con el malandraje de la época… Las circunstancias y trámites del padre de Bresler, hicieron prosperar una gestión para obtener el indulto con motivo de la fiesta patria del 25 de mayo. Sin embargo, apenas dos días antes, a las el 23 de mayo de 1916, se sublevaron más de ciento sesenta presos en la Unidad Penitenciaria N° 9.
De donde se fugaron Unidad Penitenciaria N° 9 Neuquen
Escape, asesinatos y persecución
A las 7 y 30 de la mañana del martes 23 de mayo de 1916 con un tumulto cerca del despacho del director Rafael Castilla. Todo sucedió súbitamente con un grupo armado con palas y herramientas hasta que hicieron de armas y creció un amotinamiento con tiroteo. Un guardián español de apellido Muñoz fue el héroe de la jornada por haber agotado tres cargas completas que recalentaron su Máuser pero resultó muerto (sin detalles) desde el pabellón NA 3.
Una vez en la calle, unos se dirigieron a la Jefatura de Policía en busca de armas y caballos, otros al galpón de máquinas del Ferrocarril del Sud, al que abandonaron al no poder poner en marcha una locomotora; con ella habían planeado alejarse rápidamente, para luego marchar hacia la cordillera y cruzar a Chile. Al parecer habían urdido un plan de fuga León D’ Achary (Periodista), Bresler y Sixto Ruiz Díaz, al que se sumaron otros internos, algunos voluntariamente y otros bajo presión.
Este último grupo, tomó el camino que hoy traza la ruta 22. En una dependencia de la estancia principal de los hermanos Plottier y en el borde del camino hay un almacen llamado de los canales. De allí solicito socorro el almacenero diciendo que cinco forajidos intentaban asaltarlo. Los hermanos Plottier Alberto y Adolfo, acompañados por dos peones armados con revolver, acudieron al llamado sin imaginar las proporciones y el número de individuos escapados.
Cuando llegaron al almacen los cuatro penados huyeron, pero en ese momento surgió de una hondonada el grueso de la partida formada como por sesenta hombre todos armados con máuser, unos a caballo y otros en carretas y alguno a pie.
Almacén del chileno Domingo Morillan
Los bandidos en tanto abrieron a culatazos un boquete en el almacen y como Besler le diera la orden a Antonio Ríos de penetrar y este se resistiera lo mato allí mismo. Lo mismo hizo con otro que tambien se habia negado. Por fin dentro el almacen saquearon todo, pero felizmente no penetraron en un pieza pequeña contigua al despacho donde se habia refugiado el almacenero con la señora y dos niñitas y los peones que no habían tenido tiempo a escapar.
Cuando Besler se apercibió que los hermanos Plottier corrían hacia la casa principal distante a unos 800 mts. hizo abrir sobre ellos un fuego graneado y una bala hirió al ingeniero (Alfredo) en la región occipital produciéndole la muerte en forma instantánea. En tanto su hermano el doctor llegaba a la casa para organizar a los peones sin saber la suerte corrida por su hermano.
La fuga
Ochenta y seis presos lograron escapar, pero la mayoría fueron recapturados. Martín encabezó un grupo que tomó rumbo para la cordillera. Al llegar a la zona de El Chocón, decidió dejar ese grupo y continuar su escape solo. Sus compañeros intentarían llegar a Chile a través de la Pampa de Lonco Luán, pero una partida policial los encontró en el paraje Zainuco y los fusiló sin juicio previo.
Matanza de Zainuco
Chaneton, quizás el primer mártir del periodismo argentino por denunciar una matanza. Fue asesinado en un bar el 18 de enero de 1917 por tres policías; si bien el proceso judicial terminó sin condenados, la orden de asesinato es atribuida al entonces gobernador Eduardo Elordi y otros funcionarios, en venganza por la denuncia de ejecución de presos.
El valle de Zainuco y la tumba de los fusilados
Continua
Bresler logro cruzar a Chile, viajó a los Estados Unidos y de allí a Inglaterra país para el que combatió durante la primera guerra mundial, siendo condecorado por su valor. Hay registros en USA sobre dos hijos Daniel Marthinus Bresler, III 1922 y 21 de mayo de 1924 Albert (Edward ) Edwin Bresler. De regreso al país, fue detenido pocos días antes de que su pena prescribiera. Murió en el Hospicio de las Mercedes (hoy Hospital Borda) en 1942, luego de más de veinte años de internación.
El País
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