• Además sería el primer registro de dinosaurios de la Región de Magallanes, Patagonia Chilena.
• También se encontraron las primeras hojas fósiles de Nothofagus de la “era de los dinosaurios”.
Santiago, 22 de noviembre de 2013.- Paleontólogos dan a conocer el hallazgo de huesos y partes del cráneo de dinosaurios al norte de la Provincia de Última Esperanza, Región de Magallanes, siendo éstos los más australes de Sudamérica y los primeros encontrados en este sector de la Patagonia Chilena. Los investigadores calificaron este hecho como un hito de la paleontología mundial y nacional que permitirá entender la evolución de la flora y fauna entre el extremo sur de América y la Antártica.
El equipo de expertos chilenos, liderados por el Dr. Marcelo Leppe, paleobotánico del Instituto Antártico Chileno (INACH), dio a conocer hoy los resultados de tres años de campañas en la Patagonia Chilena, en la sede de la Fundación Imagen de Chile. Además, estuvieron presente los doctores David Rubilar, del Museo Nacional de Historia Natural, y Alexander Vargas, de la Universidad de Chile, ambos miembros del equipo que analizan las muestras.
El Dr. David Rubilar comentó que se han identificado restos que podrían ser de hadrosaurios e iguanodóntia basales, es decir, “al menos dos formas diferentes de ornitópodos”. Explicó que para determinar si se trata de algo nuevo o no, deberán comparar material hallado con fósiles de otras colecciones paleontológicas del mundo y revisar bastante bibliografía.
Los hadrosaurios o dinosaurios de pico de pato eran herbívoros que tenían más de dos mil dientes en la boca, organizados en grandes placas, que molían y picaban el alimento antes de tragarlo. Podían descansar sobre sus patas delanteras al alimentarse a ras de suelo, siendo facultativamente bípedos para correr o alcanzar alimento en los sitios más altos. Medían entre 8 a 9 metros de largo, y entre 3 y 4 de altura. Generalmente anidaban en grupo. Lo más característico es que tenían la punta del hocico transformada en un pico ancho, como de forma de pato y sin dientes, cubierto de un cuerno con queratina.
Ilustración: Mauricio Alvarez Abel
Respecto a la relevancia del descubrimiento, el Dr. Alexander Vargas añadió que es de suma importancia ya que al parecer se trataría de una capa con alta concentración de huesos, lo que se denomina “bonebed” o “cama de huesos”. “Este tipo de hallazgos, con alta concentración de huesos, no había sido encontrado antes en el país. Todavía se deben seguir las investigaciones de campo para establecer la extensión y concentración de fósiles in situ”, precisó el Dr. Vargas.
Los hadrosaurios han sido frecuentemente encontrados en el hemisferio norte, sin embargo, hay registro de un diente de esta especie en Antártica. De acuerdo a los antecedentes manejados por los paleontólogos, este sería el hallazgo de restos fósiles de dinosaurios más austral del continente y el primero en la Región de Magallanes.
Hojas fósiles de la era de los dinosaurios
Para el Dr. Leppe lo interesante del descubrimiento radica en que se encontraron dinosaurios in situ, lo que “nos entrega una tremenda información del contexto donde vivieron”. De hecho, otro hito importante es que hallaron las primeras hojas de Nothofagus de la era de los dinosaurios. Hojas que por lo menos tienen 66 millones de años, las cuales estaban subyaciendo a los huesos. Habían abundantes improntas fósiles de hojas con al menos 10 morfos de angiospermas y dos tipos distintos de Nothofagus.
Los Nothofagus (Familia Nothofagaceae Kuprian) comprenden 10 especies en Chile, y dominan el paisaje boscoso del sur de Sudamérica, siendo conocidos comúnmente como robles, coihues, lengas, ñirres, raulíes, ruiles y hualos.
“Nunca se habían encontrado hojas de esta especie antes de los 50 millones de años, ni menos en la misma época en que estuvieron presentes en Antártica (80 millones de años)”, puntualiza el actual jefe del departamento Científico del INACH.
Según el paleobotánico, esta información será clave para comprender la historia natural del sur de Chile y la Antártica, masas terrestres que estuvieron unidas permitiendo la distribución de las especies de un lugar para otro, durante la Era del Mesozoico, época en la cual gobernaban los dinosaurios. “Nuestra hipótesis es que Nothofagus llegó desde Antártica a Chile agresivamente dominando el paisaje natural hasta el presente ”, conclye Leppe.
Estos descubrimientos fueron hechos en febrero de este año, por un equipo compuesto por 11 investigadores, muy cerca de la frontera con Argentina, fuera del Parque Nacional Torres del Paine, y a más de 120 km de Puerto Natales. El 2011 se identificó el lugar gracias a imágenes satelitales y al trabajo realizado por el paleobotánico japonés Harufumi Nishida, en años anteriores. Posteriormente efectuaron dos campañas al área para encontrar los sedimentos que dan cuenta del Cretácico Terrestre.
Este proyecto, ha contado con el financiamiento del Laboratorio de Paleobiología de Patagonia y Antártica del INACH, del Institut für Geowissenschaften de la Universidad de Heidelberg, del Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt), y del Consejo de Monumentos Nacionales.
INACH
Comprueban tránsito de dinosaurios entre Patagonia y Antártica
Descubrimiento de fósiles inéditos en Magallanes consiguió trabajo liderado por el Instituto Antártico Chileno (INACH), presentado en conjunto con la Fundación Imagen de Chile.
Marcelo Leppe, paleontólogo y jefe del Departamento Científico del Instituto Antártico Chileno (INACHI); David Rubilar, paleontólogo del Museo Nacional de Historia Natural y Alexander Vargas, paleontólogo del a Universidad de Chile, expusieron los hallazgos más importantes realizados en la Patagonia chilena durante los últimos 10 años, que mediante evidencias científicas dan a conocer una posible conexión entre Sudamérica y la Antártica durante el periodo Cretácico terrestre, con tránsito en ambos sentidos de animales y vegetales.
Los hadrosaurios o dinosaurios de pico de pato eran herbívoros que tenían más de dos mil dientes en la boca, organizados en grandes placas, que molían y picaban el alimento antes de tragarlo. Podían descansar sobre sus patas delanteras al alimentarse a ras de suelo, siendo facultativamente bípedos para correr o alcanzar alimento en los sitios más altos. Medían entre 8 a 9 metros de largo, y entre 3 y 4 de altura. Generalmente anidaban en grupo. Lo más característico es que tenían la punta del hocico transformada en un pico ancho, como de forma de pato y sin dientes, cubierto de un cuerno con queratina.
Los Nothofagus (Familia Nothofagaceae Kuprian) comprenden 10 especies en Chile, y dominan el paisaje boscoso del sur de Sudamérica, siendo conocidos comúnmente como robles, coihues, lengas, ñirres, raulíes, ruiles y hualos.
La Tierra es un lugar dinámico. Un hogar que de tanto en tanto cambia los muebles de lugar e incluso a sus residentes. Pero eso no nos hace asombrarnos menos cada vez que constatamos lo distinto que ha podido llegar a ser y toda la historia que lleva a cuestas.
Presentado en la Fundación Imagen de Chile, se trata del hallazgo de huesos y partes del cráneo de dinosaurios al norte de la provincia de Última Esperanza, los primeros en la Región de Magallanes y los más australes de los que se tiene registro, por lo que fue calificado como un hito en la paleontología mundial.
David Rubilar comentó que se han identificado restos que podrían ser de hadrosaurios e iguanodóntia basales, es decir, “al menos dos formas diferentes de ornitópodos”. Explicó que para determinar si se trata de algo nuevo o no, deberán comparar material hallado con fósiles de otras colecciones paleontológicas del mundo y revisar bastante bibliografía.
Respecto a la relevancia del descubrimiento, Alexander Vargas añadió que es de suma importancia ya que al parecer se trataría de una capa con alta concentración de huesos, lo que se denomina "bonebed" o "cama de huesos". “Este tipo de hallazgos, con alta concentración de huesos, es inédito en el país. Todavía se deben seguir las investigaciones de campo para establecer la extensión y concentración de fósiles in situ”, precisó.
Los hadrosaurios han sido frecuentemente encontrados en el hemisferio norte, sin embargo, hay registro de un diente de esta especie en Antártica. De acuerdo a los antecedentes manejados por los paleontólogos, este sería el hallazgo de restos fósiles de dinosaurios más austral del continente y el primero en la Región de Magallanes.
Hojas fósiles de la era de los dinosaurios
Para Leppe lo interesante del descubrimiento radica en que se encontraron dinosaurios in situ, lo que “nos entrega una tremenda información del contexto donde vivieron”. De hecho, otro hito importante es que hallaron las primeras hojas de Nothofagus de la era de los dinosaurios. Hojas que por lo menos tienen 66 millones de años, las cuales estaban subyaciendo a los huesos. Habían abundantes improntas fósiles de hojas con al menos 10 morfos de angiospermas y dos tipos distintos de Nothofagus.
“Nunca se habían encontrado hojas de esta especie antes de los 50 millones de años, ni menos en la misma época en que estuvieron presentes en Antártica (80 millones de años)”, puntualiza el actual jefe del Departamento Científico del INACH.
Según el paleobotánico, esta información será clave para comprender la historia natural del sur de Chile y la Antártica, masas terrestres que estuvieron unidas permitiendo la distribución de las especies de un lugar para otro, durante la Era del Mesozoico, época en la cual gobernaban los dinosaurios. “Nuestra hipótesis es que Nothofagus llegó desde Antártica a Chile agresivamente dominando el paisaje natural hasta el presente”, concluye Leppe.
Estos descubrimientos fueron hechos en febrero de este año, por un equipo compuesto por 11 investigadores, muy cerca de la frontera con Argentina, fuera del Parque Nacional Torres del Paine, y a más de 120 km de Puerto Natales. El 2011 se identificó el lugar gracias a imágenes satelitales y al trabajo realizado por el paleobotánico japonés Harufumi Nishida, en años anteriores. Posteriormente efectuaron dos campañas al área para encontrar los sedimentos que dan cuenta del Cretácico Terrestre.
Este proyecto ha contado con el financiamiento del Laboratorio de Paleobiología de Patagonia y Antártica del INACH, del Institut für Geowissenschaften de la Universidad de Heidelberg, del Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt), y del Consejo de Monumentos Nacionales.
Veo verde
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