domingo, 8 de enero de 2012

Cientificos del CONICET hacen turismo ornitológico

Durante su estadía en esta capital desde fines de diciembre, por complicaciones logísticas, aprovecharon recorridos de interés ecológico. Comparten con ambientalistas locales la preocupación por la conservación de la extensa ruta migratoria del Playero Rojizo. En la base Jubany estudian las condiciones físicas de tres especies de pingüinos, para posterior informe a la DNA.


Científicos del Centro Nacional Patagónico, referente de investig ación científica de la región con sede en Puerto Madryn, dependiente del CONICET -Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas-, se aprestan por estas horas a continuar un accidentado viaje desde esta capital a la base antártica Jubany, en campaña de un proyecto de pingüinos que se extenderá en su trabajo de campo,. hasta el 17 de enero.

Problemas logísticos con los aviones Hércules que los trasladarían, en dos oportunidades por presentar averías y una vez en condiciones, asignados al Dakar hasta el viernes último, prolongaron su estadía en Río Gallegos, desde el 27 de diciembre.

Verónica D’Amico y Marcelo Bertellotti hicieron propicia la visita para contactarse con ambientalistas y académicos de la ciudad, con quienes se relacionan por su labor en Red Hemisférica de Aves Playeras Migratorias.

Es que Península de Valdez y Río Gallegos comparten el privilegio de ser sendos destinos de una extensa ruta migratoria que anualmente trae a la región entre otras especies, al Playero Rojizo, emblema de la campaña ambiental de la Reserva Costera Urbana.

En este contexto los científicos del CENPAT/CONICET, visitaron el Centro de Interpretación del Estuario del río Gallegos ubicado en Carlos Gardel y Comodoro Py de reciente inauguración, cuya acción coordinan la Agencia Ambiental Municipal, la Universidad Nacional de la Patagonia Austral y la Asociación Ambiente Sur. También, el trailer ambiental en el sector de río Chico de la Reserva Costera Urbana.

La extensa ruta del Playero Rojizo
“Formamos parte de un proyecto a gran escala con aves playeras migratorias”, consignó D’Amico, al tiempo que enfatizó en particular en el trabajo sobre el playero rojizo (Calidris canutus rufa), especie que realiza una de las más espectaculares migraciones de larga distancia al recorrer año a año 32.000 km de ida y vuelta entre sus sitios de estadía no reproductiva en Tierra del Fuego y sus sitios de nidificación en el
Artico canadiense.

La ruta involucra a su paso en la zona, además de Península de Valdez y Río Gallegos, a San Antonio Oeste en la provincia de Río Negro.

“Se trata de unificar estos sitios en Patagonia, Buenos Aires, Uruguay y Chile en el Cono Sur”, explicó D’Amico.

Unifican la información del Cono Sur, a partir del avistaje, reconocimiento de las aves anilladas, estado del plumaje y alimentación.

D’Amico destacó una labor en red, “con muchos colaboradores, estamos constantemente generando ideas”, y en este contexto mencionó como novedad, la reciente conformación de una suerte de red para realizar estudios de ecología trófica –relativa a la nutrición de los tejidos, según la definición-, “con un objetivo en común y tratar de implementarlo en cada uno de los sitios de Chile, Argentina y Uruguay”.

“Vamos en camino de armar también una red para el estudio de la condición física, a partir de estudios hematológicos, de enfermedades, parásitos y patógenos”, agregó la científica patagónica.

Al respecto añadió Bertellotti que “estos animales se concentran en gran cantidad en unos pocos sitios a lo largo de las rutas migratorias y esos lugares son los que están bajo especial cuidado y hay que monitorear muchísimos parámetros, en el ambiente y en las aves que utilizan ese ambiente”.

Turismo ornitológico
D’Amico elogió el Centro de Interpretación del Estuario, por su emplazamiento, organización y propuesta interactiva y pedagógica para la educación ambiental.

Además de la Reserva Costera Urbana, hicieron avistaje de aves en Estancia Chimen Aike, y caminatas, en recorridos que calificaron como “simple turismo ornitológico”.

Bertellotti aseguró al respecto que tenemos “lugares espectaculares”, cuando advirtió que “a simple vista uno se encuentra con una zona tan desértica, que sorprende ver tantas especies de animales”.

Proyecto pingüino
En cuanto al proyecto de Pingüinos que los lleva a la Antártida en campaña científica anual, Bertellotti informó que “intenta buscar algunos indicadores de condición física, de tres especies de pingüinos que están emparentados, Barbijo, Adelia y Papúa”.

Lo que realiza esta misión son análisis hematológicos, para determinar las condiciones físicas, en un escenario “cambiante” como es la Antártida, “producto del Cambio Climático Global”, explicó el científico.

Con esta información, parte de la cual se procesa en terreno, el CENPAT CONICET elabora modelos que tienden a determinar las áreas a preservar de manera especial por la protección de estos ejemplares, para la Dirección Nacional del Antártico que será la encargada de implementar las acciones que la situación demande.

Bertellotti explicó que “hay especies que, un grado más de temperatura que en promedio hay actualmente en la Antártida las favorece y hay otras a las que perjudica”. Son ese tipo de variaciones las que deberían desprenderse de los estudios citológicos a realizar, determinar las áreas de mayor sensibilidad donde deberían extremarse las medidas de conservación, tal el caso de una acción menos invasiva.

Si bien no hay plazos para la determinación de estos indicadores que permitan accionar en materia de preservación de las especies, el científico dijo que, “los informes son elaborados y elevados en la medida de los resultados posibles, para que se vayan contemplando las medidas necesarias a adoptar por parte de la DNA”.

Tiempo Sur

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